Agentes de la Policía Nacional han detenido en Jerez a 11 personas como presuntos
autores de un delito contra la salud pública, defraudación de fluido eléctrico
y daños. Los detenidos en el marco de la 'Operación Acapulco' habían alquilado una vivienda para instalar en su
interior una plantación de cannabis sativa donde se localizaron 172 plantas de marihuana de gran tamaño y 1.783
tallos de la misma planta dispuestos para su secado. El cabecilla del grupo se enfrenta además a un proceso civil por impago
de alquiler, ya que no había abonado ninguna de las cuotas del arrendamiento desde que accedieron al
inmueble. La investigación ha sido realizada por agentes del Grupo de Estupefacientes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Jerez.
En el registro realizado se intervinieron un total
172 plantas de marihuana de gran tamaño, 1.783 tallos de la misma planta dispuestos para su secado junto con 9.231 gramos de la misa sustancia ya tratada y dispuesta para su venta en bolsas de plástico. La instalación repartida por las estancias de la casa contaba con 37 mamparas de lámparas halógenas, 25 ventiladores de gran tamaño, siete consolas de aire acondicionado de alta potencia, 38 balastros magnéticos y siete filtros de aire de carbono.
La operación policial se inició a raíz de las informaciones recibidas y fruto de las gestiones realizadas se descubrió la identidad de los integrantes del grupo así como el
modus operandi utilizado. Los agentes comprobaron que la vivienda era utilizada en exclusiva para la producción de la droga y tan solo pernoctaba en el lugar un miembro de la organización. Así, evitaban que la misma fuera objeto de robos por otras bandas. El líder residía junto con su pareja en una vivienda cercana desde donde se desplaza hasta el lugar de forma constante para extraer remesas con el objetivo de venderlas de forma directa.
Los agentes averiguaron que se iba a
efectuar la recolección y manipulado de una nueva cosecha de marihuana, llevando a cabo la entrada y registro en el
domicilio cuando en el sótano de la misma se encontraban nueve de los miembros
del grupo encargándose del manipulado. Simultáneamente, se llevó a cabo la
detención del cabecilla y de su pareja en el domicilio que ocupaban. En poder
de los detenidos se encontraron también distintas cantidades de cocaína y
drogas sintéticas para su propio consumo.
La instalación contaba con una conexión fraudulenta a la red eléctrica para poder
satisfacer la enorme demanda de fluido eléctrico que necesitaba. El citado enganche, carente
de las garantías técnicas necesarias, suponía un peligro de incendio por la gran tensión que soportaba. Los miembros de la banda habían
llevado a cabo una importante transformación del interior del inmueble
instalando sistemas de iluminación específicos, recubrimiento total de las
paredes y tabiques interiores con paneles metálicos, sistemas de aire
acondicionado y extracción de humos así como un complejo sistema de riego que
cubría la totalidad de los habitáculos destinados al crecimiento intensivo de
los esquejes.
Todas estas acciones han ocasionado
importantes daños a la propia vivienda a los que tendrán que hacer frente en
vía judicial. Además, los sistemas de riego habían ocasionado importantes
filtraciones ya que generaba grandes complicaciones a la
hora de evacuar el agua, afectando a los sótanos y a los cimientos de las
viviendas colindantes.
Una vez finalizado el atestado policial,
los detenidos junto con los efectos intervenidos han sido puestos a disposición
del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia en la ciudad.