''El tamaño no lo es todo'' por Sergio Gil Lebrero

Se dice que todo cofrade que se precie tiene su propia Carrera Oficial (a partir de ahora: CO), al igual que todo aficionado de un equipo de fútbol tiene su once ideal. Pero el que manda es el que manda, y entonces al ciudadano de a pie solo le queda rajar, costumbre española donde las haya. Pero antes de seguir creo conveniente presentarme un poco: soy un cofrade ya no tan joven, hermano de fila de una cofradía del Martes Santo y de otra del Viernes Santo (ninguna de las cuales sale especialmente perjudicada por la CO de Porvera); nunca he sido usuario de un palco, de ciencias, y sí, soy un friki de los horarios e itinerarios. Eso se traduce en que espero con ansiedad el cabildo de toma de hora, y que se publiquen los nuevos horarios, para lanzarme a escudriñarlos al límite: mis recorridos metidos en Google Earth, mis bases de datos con diferentes estadísticas de velocidad, tiempo, rodeo absoluto y relativo, etc… Incluso me hago mis propios itinerarios sincronizados. ¿Que por qué lo hago? ¿Porque estoy aburrido? Posiblemente sí, aunque no tanto como pueda parecer, sino porque me gusta imaginarme cómo va a ser la Semana Santa, cómo será ese momento en el que una cofradía pase por una nueva calle con encanto. Entiendo que es, más o menos, lo mismo que le pasa al que siempre está escuchando música cofradiera, que se imaginará su paso de misterio favorito a los sones de esa marcha del nuevo disco de la banda de cornetas de moda. Así que quizás yo no sea tan raro…

Una vez hechas las presentaciones, pasemos a lo que me trae aquí: la nueva CO por Porvera. Tengo que reconocer que al principio me escandalizó mucho, y no entendía que nuestros hermanos mayores hubieran tomado aquella decisión. Pero tras dos días de indignación, decidí sentarme en el ordenador y hacer un estudio en profundidad. La primera conclusión fue que esta CO alarga los horarios de 19 cofradías (zona este, sur y Catedral), mientras que lo acorta a 12 (norte). No en vano, alarga 50 metros más a una CO que ya es la más larga de Andalucía, sino que además incluye más revirás y pasos por calles estrechas como Tornería, lo que al final se traduce en aproximadamente 15 minutos más para recorrerla. Por otra parte, elimina el gran problema del Huerto, pero causa otros a Viga, Lanzada o Mayor Dolor.

Tengo que confesar que por un momento me gustó, especialmente cuando me imaginé a hermandades como el Perdón, la Viga o la Sed, recorriendo calles tan añejas y olvidadas como Justicia, o bien por la calle Merced. También he de decir que siempre he sido defensor de que más hermandades pasen por la plaza del Banco. Pero al final, si pensamos en los principales problemas de nuestra actual CO, la de Porvera sólo soluciona dos: alivia el tráfico en Cristina y elimina el problema de la salida de la cofradía dominica. Sin embargo, el principal problema a mi entender de nuestra Semana Santa no lo soluciona, sino que lo agrava. Y me refiero a una CO exageradamente larga, que ha alargado los recorridos de las hermandades de la zona este y además supone una muralla difícilmente franqueable que divide en dos el centro. Lo cual, por tanto, castiga al nazareno y dificulta la movilidad.

Pues bien, con esta problemática me planteé como podía ser una CO más corta, más compacta y que pudiera mantener el número de palcos. Descartada la Alameda Vieja, porque cómo se vio en el Vía Lucis, en aquella zona hace bastante frío como para soportar dos horas sentado en un palco, sólo me quedó la siguiente opción: empezaría en el Gallo Azul, para seguir por Lancería, Arenal, Monti, Manuel María González, Encarnación y Catedral, para posteriormente seguir por Aire, Cruces, plaza Domecq y José Luis Díez hasta la Asunción.

Este recorrido sería de 1020 metros que se recorrerían en 1 hora y 35 minutos, 45 minutos menos que la de la Porvera, y permitiría por un lado no dar tantos rodeos a las hermandades de la zona este, y por otro acortar el regreso de las de la zona oeste al terminar ya en la Asunción. Aun así el 61% de las hermandades seguirían entrando en CO por la calle Larga, que se desprivatiza para disfrute de todos los ciudadanos, dejando además libre de palcos la Rotonda de los Casinos y Cristina para alivio del tráfico y del Ayuntamiento.

En cuanto a los momentos, imagínense: volverían las 'revirás' de la Rotonda las hermandades de la Coronación y la Amargura, la Sed y el Perdón entrando por el barrio de San Miguel, las hermandades de la zona sur, San Mateo, San Lucas y la Viga volviendo por Carpintería Baja… Todo ello con un recorte medio de 500 metros de recorrido, y 55 minutos menos de media en la calle, lo que facilitaría la incorporación de nazarenos a los cortejos y reduciría la fatiga de los costaleros que cargan en más de un paso.

Pero además, es una reducción en conjunto, en la que únicamente no reducirían tiempo en la calle los Judíos y Cristo de la Expiración, aunque en este caso es debido al traslado de San Francisco a su ermita, y tan sólo aumentarían el tiempo en la calle la Viga en unos 20 minutos y el Santo Crucifijo en 10 minutos, debido a al nuevo recorrido de vuelta por Carpintería en la primera, y por el gusto de salir a la 1:30 en el segundo, si bien este tiempo se podría reducir en una hora.

Como podéis ver, sería una Semana Santa con el mismo encanto de siempre, y a la vez más llevadera. Pero, ¿cabrían todos los palcos con 300 metros menos de recorrido? Para ello habría que tomar los mismos criterios de ocupación de la vía pública por los palcos que los propuestos recientemente en las CO de la Plaza del Banco y del Monumento de las Cofradías. Teniendo eso en cuenta, parece que hay bastantes zonas del recorrido en las que podrían caber el número suficiente de palcos (Arenal, Manuel María González, Encarnación, plaza Domecq y José Luis Díez), si bien he de reconocer que esta parte es más una apreciación personal al no contar con todos los medios necesarios para hacer un estudio en profundidad de este asunto.

Otra pregunta podría ser: ¿y con lo mal que está José Luis Díez, vamos a pasar por allí? Es verdad, pero yo no me imagino el José Luis Díez actual al plantear esta CO, sino el completamente renovado que presentó el Ayuntamiento hace pocos meses: bien iluminado, con adoquines bien puestos y aceras cuidadas. Además sin la comisaría de la Policía Nacional, por lo que los problemas de tráfico en esa zona serían mínimos.

La verdad es que podría haber hablado largo y tendido de los recorridos de cada una de las hermandades (que he procurado que sean lo más parecidos posibles a los actuales o a los tradicionales, siempre que sea razonable), haber puesto los horarios estimados, los sincronizados y algunas estadísticas más. Pero tanto dato posiblemente sea lo último que apetezca en un fin de semana estival como este. Y no, no soy ningún iluso, por lo que no pretendo convencer con este aburrido artículo al pleno de hermanos mayores, pero sí me gustaría por lo menos abrir algunas mentes, y que se planteen que hay otras posibilidades que podrían ayudar a tener una Semana Santa más cómoda en todos los sentidos, y más justa, sin necesidad de seguir ampliando continuamente la Carrera Oficial.

Y es que, a fin de cuentas, el tamaño no lo es todo.