''Más que un almacén'' por Jaime Sánchez

Llevo todo el verano callado, leyendo, viendo cosas que no me gustan dentro de la actualidad cofrade; incluso descontento con actitudes de dirigentes cofrades hacia otros cofrades, pero saben, he callado porque las cosas las diré cuando tenga que decirlas y en el momento que estime oportuno. 

Publicidad Escribo este artículo porque quiero, y porque pretendo hacer una denuncia sobre el “run run” que se escucha en el tema “Casa de Hermandad del Soberano Poder”. El pasado lunes, mi compañero Álvaro Ojeda, lanzaba un artículo sobre la falta de compromiso del gobierno municipal con la Hermandad del Soberano Poder y la presión de otro grupo político para que los solares prometidos a la hermandad fueran destinados a una zona verde. Me resulta decepcionante que después de una foto “familiar” en la mañana del Miércoles Santo, el Ayuntamiento todavía no haya dado respuesta a esa promesa; y más decepcionante me parece la postura del otro grupo político, pero bueno, la última postura es lógica viniendo una ideología que no casa con colectivos relacionados con la Iglesia; aunque en este caso me parece desacertada la postura tomada y su correspondiente solicitud.

La barriada de la Granja cuenta hasta la fecha con varios parques infantiles: Plaza Ubrique, Plaza Grazalema, Parque de Mayores... por no enumerar las numerosas plazas donde todas las tardes, muchos niños juegan a la pelota o al “escondite”. Me causa gracia que se intente entorpecer la cesión de terrenos para la Hermandad del Soberano Poder con iniciativas tan incongruentes como un “parque infantil”, cuando la zona de juegos de la Plaza de Ubrique está a 134 metros, la Plaza de Grazalema está a 116 metros y el Parque de Mayores está a 282 metros del solar donde se pretende construir la casa de hermandad. Si estos datos no son relevantes para los señores amantes de las “zonas verdes y columpios”, he de resaltar que existen numerosas plazas donde los críos juegan todas las tardes. 

¿Sigue sin convencer estos datos?

Publicidad No pasa nada, tengo más datos que voy a ir desgranando. La casa de hermandad del Soberano Poder, o mejor dicho, la cesión de esos terrenos; es una necesidad de este colectivo, puesto que estas instalaciones que se pretenden construir no tienen la única finalidad de guardar los enseres. Una casa de hermandad es más que un almacén o una “peña”, definiciones desafortunadas que he escuchado de boca de más de uno; es un espacio social para todos los hermanos y en este caso, para los vecinos de La Granja, sí, digo bien, un espacio social. La Hermandad del Soberano Poder, además de ser un ejemplo de hermandad en cuanto a crecimiento y trabajo para el engrandecimiento de la Semana Santa, es una entidad que hace muchas labores por su barrio, y no solo espirituales. Esta hermandad hace grandes aportaciones a Cáritas parroquial en materia de alimentos y productos de primera necesidad, ayuda a jóvenes de la barriada en materia escolar, celebran infinidades de eventos con fines solidarios… en definitiva, hacen política social en un barrio con necesidades y estoy seguro de que estas labores sociales incrementarán si se construye la ansiada casa de hermandad.

Ahora que ya saben todo lo que hace esta hermandad, que no solo “pasea a sus imágenes titulares”... 

Publicidad - ¿Me pueden decir si es congruente que la promesa del Ayuntamiento quede en saco roto? 
- ¿Es congruente que cierto partido político ponga pegas a la creación de un espacio donde se va a desarrollar una acción social importante para un barrio?
Publicidad - ¿Creen que la presión por la no cesión de los terrenos viene por es animadversión que se le tiene a todo lo que huele a Iglesia?
- ¿Faltan espacios verdes y de juego en La Granja?

Todas estas preguntas están respondidas en el artículo; he intentado ser objetivo con datos en la mano. Espero y deseo que la carta de cesión de los terrenos llegue pronto, y la propuesta de “zona verde” quede en una mera anécdota, porque si no es así, por un lado se incumplirá una promesa, y por otro lado, se demostrará que la predicación de “políticas sociales” y la "ayuda a colectivos de la ciudad" solo se dice de boquilla.