''La extrema izquierda, y la casa del Soberano Poder'' por Álvaro Ojeda

Hubo una vez un lugar con tanto duende y pellizco, que allí fueron todos buscando la foto, ante el mismo Jesuscristo... 

Permítanme parafrasear a Moure, para iniciar la historia que les voy a contar: antes que un palio para su Virgen, antes incluso que los esfuerzos propios para túnicas o enseres que den lustre a la cofradía, los niños del Soberano Poder, tenían un tesoro mucho más importante, que debían mimar para que todo llegara solo. Desde los tiempos de Cote, se sabía por la hermandad, que lo que le daría el empujón definitivo sería una casa en la que seguir trabajando una labor social descomunal, ya que la parroquia se les queda chica. Ademas, ganarían en independencia con la misma, evitarían roces inncesarios, y podrían trabajar mucho más cómodos, en toda la logística que arrastra una cofradía lastrada por este asunto.

Después de tantos años, llegó el pasado Miércoles Santo, y conociendo cómo se mueven los políticos a esos niveles -y de eso entiendo un poco- vimos a Susana Diaz, acudiendo a varias cofradías aquella mañana. Una de ellas el Prendimiento, la otra joven y potente, el Soberano. Márketing político de andar por casa.
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La historia la imagino yo así, porque repito, sé como funcionas los departamentos de comunicación a la hora del autobombo: como comprenderán, los que mandan en lo local, no tienen ni el B1 de cofradías, así que tirarían de sus amistades cofradieras para ver cómo podrían pegar un 'pelotazo mediático'. La foto y el titular que se llama. Cosa fina. 'Carrasquilla' política. Y seguramente, amigos cercanos les dirían a sus jefes consistoriales, que si al Soberano Poder les llevamos la noticia de la cesión de los terrenos, se convertiría en la noticia no solo de la jornada, sino de la Semana Santa.

Publicidad Y así fue, y ahí la foto, y luego los titulares y el 'roneo' de aquel amigo cofrade soplándose sobre el hombro y quitándose el polvo del mismo, cual pistolero del lejano Oeste que ha atinado a la primera con el deber encomendado.

Y pasaron los meses, y se desmontaron los pasos, y allí se quedaron el Cristo y la Virgen con los de siempre... esperando aquel papel prometido que nunca llegó. 

Ahora, muchos meses después, parece ser que ese solar lo quiere Ganemos Jerez (los colegas del 'coleta') para poner columpios y zonas verdes. Es decir, un parque de toda la vida, cuando La Granja ya va sobrada de zonas verdes. Al parecer, los mismos que se hicieron la foto aquella mañana, ya se han olvidado de la promesa, y conociendo cómo funciona la política, y lo poco que queda para las elecciones, no creo que a quienes les mantienen en el poder se les pueda negar tal petición.

Pues ahí la historia de cómo la extrema izquierda de Jerez ya no solo se conforma con esconder a los cofrades gracias a la ayuda del Consejo. Ahora, además de quitar el crucifijo porque molesta, también quieren quitarle a los hermanos del Soberano Poder, es decir, a la cofradía de la Granja y el colectivo más importante de esta zona de la ciudad, los terrenos para construir su casa de hermandad.
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¿Y ahora? ¿Nos abrazamos a nuestra amiga y miramos a otro lado? Me da igual. A estas alturas, las caretas ya se han caído, y de perdidos al río. ¿No querido?

Publicidad Y para terminar, algo curioso. Había de todo en la foto que ilustra todo esto. ¡Incluso una recreación de la Sagrada Cena! Jesucristo y los apóstoles, con Judas incluido... solo faltaba el del paraguas ante tanta evidencia, en el día que vendieron al Soberano.

Tráiganme un puñal de plata.