Una preciosa tarde de Corpus en Jerez

Jerez acaba de celebrar la Solemnidad del Corpus Christi, y este año sí, lo ha hecho con todos los honores. Ayudó el fresquito que hizo durante todo el fin de semana, llenando las calles de un público que en otras ocasiones se va a la playa. Ayudó lo agradable de una temperatura primaveral, que el día menos pensado se convertirá en tórrido verano, y ayudó el hecho de que casi todos se hayan volcado de manera incluso exagerada, en engalanar todos los rincones del itinerario de la procesión. Daba gusto pasear por el centro de Jerez este domingo por la mañana, un domingo de visitas y de ambiente, que entre el poderoso sol de este mes de junio, nos permitió disfrutar de las magníficas alfombras instaladas por las cofradías, y de los preciosos altares montados en diferentes rincones de la ciudad. 

Hubo hasta tiempo para que algún hostelero se quejara de la sal sobrante de estas alfombras que a veces invade los alcorques de algunos árboles, con acusación incluso de enfermedad arbórea, y hubo también hasta tiempo para que en Santa Marta se quejaran del fallo del jurado calificador del certamen de altares. Pero hasta eso, creemos que vino bien al Corpus de este año. La polémica expresa vida y pasión, y eso es precisamente lo que a veces falta en esta ciudad: pasión por sus cosas.

Así que con todos estos aditamentos, la Catedral reestrenó campanas al comienzo de la función religiosa de las seis y media de la tarde, y todo comenzó a fluir tras la eucaristía, con celeridad y diligencia, aunque eso sí, con un final de procesión que siempre llega lastrado y deslucido por lo sinuoso del recorrido, ya que la custodia tiene que maniobrar hacia delante y hacia atrás como si se tratara de un Land Rover antiguo, provocando largos cortes en el cortejo. Algo que con costaleros no pasa.

Y poco más. A filo de las nueve y media de la noche se procedía a la Reserva de Su Divina Majestad en el Sagrario catedralicio, y todo concluía con los traslados de regreso de las imágenes que habían presidido algunos altares, cerrándose así un fin de semana espectacular dedicado al Señor en Jerez, por el que creemos, hay que dar la sincera enhorabuena a las hermandades y al Cabildo Catedral, y cómo no, al trabajo ímprobo realizado por la Unión de Hermandades.