La insoportable levedad... de las pensiones

Hoy ha llegado a Madrid la “Marcha por las Pensiones”, procedente de diferentes puntos de España y formada con jubilados que lo único que nos aseguran es que moriremos pobres. Y lo haremos como no lo arreglemos metiéndonos a políticos, que sus pensiones son más estables y no le suben anualmente un 0’25 %. Llevan andando desde el 30 de septiembre y han recorrido muchas ciudades de la península, haciendo presente que con la situación actual, la capacidad de los pensionistas para mantener un nivel mínimo de bienestar está condenada a ir disminuyendo, por eso el grito de muchos de los manifestantes aludían a las pensiones del futuro, las que tendrán los que ahora son aún jóvenes. “Los manifestantes intentan conseguir que se elimine la reforma de las pensiones del PP de 2013 —por la que la revalorización de estas prestaciones no va vinculada a la subida de los precios, lo que facilita que se pierda poder adquisitivo—, e incrementar la financiación de la Seguridad Social para subir las pensiones”,  explicaban en la prensa.  Y hablamos de sostenibilidad de las pensiones y poder adquisitivo futuro de las mismas, pero habría que hablar también de “pensiones miserables”. A veces no me explico cómo se puede sobrevivir con muchas de ellas. Y mucho menos con la situación de precariedad laboral en las familias que nos obliga a los abuelos a ayudar y sostener a hijos y nietos. Quizás convendría que todos recordásemos dos cosas: que los 8.602.601 pensionistas que hay en España siguen ejerciendo su derecho al voto y que a cualquier gobierno le interesa no tenerlos demasiado cabreados y que todo esto no se cura con mirar para otro lado. Por eso o para eso están en Madrid hoy ese grupo de pensionistas andariegos.