La compensación de los perjuicios por negligencias médicas

Todos confiamos en los profesionales de la medicina, a veces casi a ciegas, por su importante labor profesional que nos soluciona graves problemas de salud. Sin embargo, en ocasiones, una mala práctica profesional puede acarrear negligencias médicas que nos acaban generando daños físicos y morales muy graves, ante los que tenemos derecho a una respuesta legal y, por supuesto, a una indemnización. Lo peor es que muchos pacientes desconocen si su caso puede ser considerado legalmente como negligencia médica. Por eso, ante la menor sospecha, lo más recomendable es acudir cuanto antes a una firma de abogados con alta especialización en la materia, como Parnall Law, que le ayudará a defender sus derechos de la mejor manera.

La realidad de las negligencias médicas

Las negligencias médicas son más comunes de lo que parece. De hecho, afectan a un enorme número de personas en todo el mundo, según ha confirmado la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), en informes relacionados con la seguridad del paciente.

Se considera como tal negligencia médica la actuación de un profesional de la salud que se aparta de la correcta conducta médica exigible, ya sea por acción o por omisión, causando una serie de daños a su paciente.

Las negligencias más comunes tienen su base en aspectos tan variados como el retraso en los diagnósticos o el error en la interpretación de los mismos. También las intervenciones quirúrgicas son un terreno abonado para estas negligencias, cuando se producen resultados lesivos por mal uso del material quirúrgico o su olvido en el interior del cuerpo del paciente, e incluso por no realizar una supervisión adecuada del post-operatorio. Pero, hay muchos otros tipos de negligencia.

Qué hacer ante una negligencia médica

Actuar con rapidez y contar con buen asesoramiento legal es muy importante desde que se sospecha que se ha sufrido una negligencia médica. Es muy importante recabar toda la documentación médica posible para cualquier reclamación posterior. Igualmente, cuando existan lesiones resulta muy conveniente hacer un seguimiento fotográfico en el que se constate la evolución de las mismas.

Es vital ponerse en contacto en estos primeros momentos, sumamente importantes para el éxito de una posible reclamación, con un despacho de abogados especializados, porque pueden proporcionar los mejores consejos y orientaciones, según las características del caso.

Otra figura de gran importancia es la del perito médico. Indudablemente, debe ser contratado por el propio perjudicado, sin confiar en otros peritos propuestos por las partes. Este perito hará el estudio pertinente y aportará un informe incluyendo los errores cometidos y las consecuencias de los mismos en la salud del paciente, desde un punto de vista estrictamente profesional. Será tenido muy en cuenta por cualquier tribunal ante el que sea presentado.

En resumen, ante la sospecha de una negligencia médica que cause perjuicios a la salud propia o a la de alguno de sus seres queridos, es imprescindible recabar la máxima información y ponerse en manos de un profesional especializado, para poder reclamar, con toda garantía, los derechos que en justicia le corresponden.