La Bienal de Sevilla cambiará de dirección y modelo de gestión

Cristobal Ortega dejará de estar al frente del evento flamenco más importante del mundo: La Bienal de Flamenco de Sevilla. Los últimos acontecimientos que, en torno a las cuentas y modelo de gestión llevados hasta ahora, les hemos contado en estas páginas de FLAMENCOMANIA, han sido la gota que ha colmado el vaso y ha provocado que, ante la insistencia de grupos de la oposición como Participa Sevillla, el delegado de cultura del consistorio sevillano haya tomado la decisión de cesar de su cargo al hasta ahora director y, a su vez, anunciar un cambio de modelo de gestión de cara a 2018.

Y así lo ha comunicado hoy Antonio Muñoz, responsable del area cultural del consistorio sevillano, durante el pleno municipal que se ha celebrado hoy en la capital andaluza, a quien Susana Serrano, concejal de Participa Sevilla, le ha recordado las denuncias que en los últimos meses ha realizado su grupo municipal ante la falsedad de las cuentas de la última edición, así como sus grandes lagunas y errores en programación.

Por un lado, y a nivel artístico, la suspensión de la gala de  inauguración a cargo de Rafael Riqueni, quedando sustituido por ‘La Guerra de las Mujeres’, espectáculo ya estrenado en Mérida, que a pesar de su calidad no es lo que se espera de una Bienal de Flamenco, la también suspensión de las actuaciones de Merche Esmeralda, Manolo Sanlcúar o Pitingo, así como dos de las fechas del Ballet Nacional de España, entre otras, han lastrado gran parte de la gestión realizada por la dirección del festival.

Si a lo anterior también le sumanos, por otro lado, el hecho de que a diez días del inicio del evento todavía no se habían firmado la mayoría de los contratos de los espectáculos que habían sido presentados en febrero, además del retraso en el pago a los diferentes artistas y proveedores, la presentación de unas cuentas falsas ante la petición que Participa Sevilla realizó en la Comisión de Ruegos y Preguntas, y que finalmente la auditoría realizada ha determinado unas pérdidas por importe de más de 700.000€, cuando se vendió a bombo y platillo el éxito tanto económico como artístico de la pasada edición, no ha dejado al delegado de cultura más camino que el de reconocer los fallos y comunicar cambios en la dirección del festival así como un cambio en el modelo de gestión del mismo para que en la edición de 2018 pueda seguir aspirando a ser considerado como el festival de flamenco más importante del mundo.