''Las paradojas del Sábado de Pasión'' por Andrés Cañadas

Saltó la sorpresa, y el Obispado, tal y como ya habrán conocido ustedes, ha denegado a la Hermandad de la Sed su incorporación en 2018 a la Carrera Oficial, petición que la cofradía de Puertas del Sur había realizado meses atrás, al haberse cumplido ya los cinco años de salidas procesionales en la jornada del Sábado de Pasión, condición que no legislación, que como saben se venía cumpliendo hasta este año 2017, con todas las Agrupaciones Parroquiales que aspiraban legítimamente a llegar a la Catedral en Semana Santa. 

Y obviamente, las reacciones no se han hecho esperar, ya que en medio de la tranquilidad de estos días de pre canícula y domingos sacramentales, la noticia cofradiera del mes ha alterado los naturales biorritmos vereniegos de los cofrades, provocando temas de conversación para las próximas semanas. Y es que hay que tener en cuenta varios factores conocidos por todos, que no hacen sino arrojarnos dudas en torno a esta decisión, factores que comienzan por una dualidad de opiniones emanada del propio Obispado asidonense, entidad que en las reuniones técnicas de la Semana Santa, confirmaba que la jornada del Sábado de Pasión iría remitiendo a medida que las cofradías fuesen incorporándose a la nómina de las que llegaban a Carrera Oficial, mientras que en vísperas de la pasada Semana Mayor, nuestro obispo aseguraba en entrevista concedida al compañero Ángel Revaliente, que ante problemas de ubicación de cofradías en la nómina oficial, siempre se podría contar con el Sábado de Pasión.

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Así las cosas, y tras la sorpresa inicial acerca de esta decisión para con la Hermandad de la Sed, surgen ahora de nuevo ciertas cuestiones, que llevan quizás demasiado tiempo imbricadas en el subsconsciente cofrade, tales como las que vuelven a incidir en la idoneidad o no de la recuperación del Sábado Santo en Jerez como jornada procesional, cuestión que el Obispado suele zanjar periodicamente, para volver a convertirse de nuevo en motivo de reivindicaciones y peticiones, hasta que el obispo vuelve a cerrar el tema... y así sucesivamente.

Quizás ya fuese hora de abordar en serio una cuestión que el mundo cofrade reclama con insistencia 'guadianesca', algo que seguirá haciendo incansablemente -estamos convencidos- lo que nos lleva a pensar que si se hubiese defendido con la misma insistencia y ahínco en los años ochenta, no nos habría llevado ahora a tener que irnos a Sevilla para cerrar la Semana Santa, dejando atrás nuestra ciudad, nuestra diócesis, y nuestra celebración de la Pascua (algo totalmente compatible con las procesiones, como ya quedó demostrado en 2000 con la Procesión Magna).

El reparto de dineros del Consejo
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Publicidad Otra cuestión fundamental a la hora de comprender todo esto, tiene que ver, sin duda, con el actual sistema absurdo de reparto económico propuesto por el Consejo Directivo de la Unión de Hermandades, o autorizado por los hermanos mayores de las cofradías de Jerez. Un reparto que 'premia' a las cofradías que pasan por la Carrera Oficial cada Semana Santa -esto tiene su obvia parte de lógica- y que castiga cruelmente a las que no lo hacen.

Y es aquí donde radica lo absurdo de la cuestión, ya que si las cofradías no van a la Carrera Oficial, es, o bien porque por su propio carácter no pueden hacerlo -caso de hermandades como Rocío, Rosario, o Sacramental- o bien porque aún no están autorizadas por el Obispado, aún dándose el caso de que -como ocurre ahora con la Hermandad de la Sed o de la Salud- ya se haya cumplido el plazo que en otras cofradías sí conllevó la correspondiente autorización episcopal.

Tras esta cuestión irresoluta ni por parte de Palacio ni por parte del Consejo, se esconden muchas de las taras que cada año -cosas de las prisas por ir a Catedral y tener derecho a cobrar- forman parte de nuestra Semana Mayor, donde procesionan hermandades nuevas que llegaron en su día a la Carrera Oficial con un cortejo compuesto por un centenar escaso de hermanos, por un paso de misterio en talla e incompleto en su conjunto iconográfico, y por un paso de palio inexistente.

¿Solución? Está clara. Que el Obispado legisle esta cuestión -algo que terminará por hacer tarde o temprano-, ya que no es de recibo que sobre los derechos y deberes económicos de distintas entidades, -cada una dueña y sufridora de distintas realidades de todo tipo- tengan derecho a opinar hermanos mayores a los que los problemas de los demás ni les van ni les vienen.

La última incorporación a la Carrera Oficial
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Publicidad Y no podemos olvidar, junto a todo lo expuesto, la conocida controversia que se originó durante los meses previos a la última Semana Santa, entre las hermandades del Domingo de Ramos, con la inclusión en dicha jornada de la Hermandad de Pasión.

Una cofradía pequeña, de poco tiempo de paso, que provocó aún así que los cinco hermanos mayores del resto de las corporaciones supuestamente afectadas, mantuviesen varias reuniones en la sede del Consejo, reuniones de las que trascendió a la opinión pública un evidente malestar de la Hermandad de la Borriquita por tener que adelantar su horario de salida en quince minutos, algo que el Obispado, en una lógica reacción, no quiere que vuelva a ocurrir con la inclusión de nuevas cofradías en la Semana Santa de Jerez.

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¿Cómo terminará todo esto? Pues obviamente es algo que desconocemos, pero en cualquier caso, este tipo de noticias (la no autorización a la Hermandad de la Sed) nos lleva a pensar que algo falla en la legislación vigente de nuestras cofradías, ya que son demasiados años haciendo las cosas por inercia y sin que exista un marco legal al que acogerse, y al final, la cuerda termina rompiéndose por algún sitio, generalmente por el más débil.

¿Deben esperar las hermandades de la Sed y de la Salud? Lo más lógico sería que así fuera, como ya antes debieron esperar otras que no lo hicieron y hoy entran por la Carrera Oficial. Pero aquí no se trata de opinar. Aquí se trata de tener una base sólida sobre la que actuar, y de eso, actualmente, adolece nuestra Semana Santa, y adolecen nuestras cofradías, lo crean o no quienes aún no se han dado cuenta de que tenemos una Normativa Diocesana sobre Hermandades y Cofradías, que sólo funcionó bien al principio.

Y de eso hace ya muchos años.