Mi cuarto propio

El libro, Un cuarto propio, de Virginia Woolf, es probablemente, uno de los libros mas importantes que se han escrito para la igualdad de hombres y mujeres, pudiendo considerarse, al menos por mi parte, como la biblia del feminismo, lo que es lo mismo que decir de la democracia. El primer escalón de la igualdad debe ser, sin duda, la igualdad de derechos entre hombre y mujer. Sirva por tanto este título como un reconocimiento previo a la mitad de la población, que a lo largo de los siglos ha venido viendo como sus derechos han sido ignorados, a la vez que como declaración de intenciones.

Todos y todas, para nuestro completo desarrollo como personas, necesitamos un cuarto propio, un lugar privado, en soledad, en el que poder reflexionar, pensar, meditar, o simplemente leer aquellos libros que te ayudan a completar, a llenar la vida intelectual, que pretendes plena y consciente. Pues bien, este es mi cuarto propio, en el que desde un punto de vista que quiero libre e independiente, poder llevar a cabo aquello que durante mi etapa de docente siempre e intentado inculcar en el espíritu de  todos mis alumnos y alumnas, que no es otra cosa que hacer caso a Kant: Atrévete a pensar.

Dicho así, parece algo obvio y evidente. Todos pensamos, o al menos eso creemos. Si analizamos un poco nuestro devenir diario, la mayor parte de nuestras decisiones, de nuestras opiniones,  de nuestros gustos, de nuestros gestos, nos vienen dados de antemano. Otros ya se han ocupado de pensar por nosotros. De darnos el pensamiento servido, y a ser posible, comido y digerido. Los movimientos de opinión, son tan fuertes, tan absolutamente integradores y subliminales, que apenas nos damos cuenta de que estamos siendo manipulados, controlados y dirigidos en la dirección que se espera de nosotros.

Por otra parte, el que te den el pensamiento, la decisión ya tomada, es mucho mas cómodo, sobre todo porque te evita la toma de decisiones y de responsabilidad. No es fácil pensar, y sobre todo, no es fácil ser y sentirse libre. Todos y todas somos rehenes de algo o de alguien, a veces de nosotros mismos, que en el fondo es lo mas peligroso. El luchar contra nuestros prejuicios, contra nuestra educación, nuestros hábitos, o nuestra comodidad. Sea este Cuarto propio un intento de reflexión, sobre los distintos aspectos de la vida, en los que la cultura y el arte serán prioritarios, donde lo único que nos condicione sea la libertad de pensamiento. Atrévete a pensar. Atrévete a ser libre.