''Ya nos veremos por ahí arriba cuando Dios quiera, Tío Fernando'' por David Montes

Con sus defectos y con sus virtudes. Como todos. Como tú. Como yo. Hoy tocaba decirle hasta luego. Nunca adiós. Solo se muere cuando se cae en el olvido. A él no lo vamos a olvidar nunca. Por eso hoy la misa era especial en Santiago. En sufragio. Para que el que no lo sepa, la de la semana. Semana que esta vez tuvo más de siete días. La que ha tardado mas de la cuenta en celebrarse para que no faltara nadie. Y nadie faltó porque todo aquel que pudo y quiso estuvo hoy alli. Con el. Con su recuerdo sobrevolando el tempo. Con su alma en forma de pan y vino. Hoy Fernando de la Morena volvía a ser protagonista. Epicentro de la celebración. Bonita ceremonia oficiada en el templo del arrabal jerezano. Justas y merecidas las palabras del sacerdote.

Enumerar a quien estuvo sería injusto con quien quiso y no pudo. Así que, aunque no estuvieran todos los que son, eran todos los que estaban. Ni más. Ni tampoco menos. Hasta desde Sevilla vinieron para recordarte. Torero y Trianero. Por la gracía de Dios. Y de su madre. Fijate hasta donde llega el cariño, Tío Fernando. Por eso, hoy mas que nunca hago mías esas palabras tuyas con las que decías eso de “ya nos veremos por ahí arriba cuando Dios quiera”.

Toca acabar estas letras. No decirte adíos pero si hasta luego. Hasta otro ratito. Mientras tanto, descansa en paz, Tío Fernando, y que siempre brille para ti la luz perpetua.

Firmado: Un sobrino que te quiere y te va a echar mucho de menos, desde el ministerio de su interior.