Consejos para realizar el Camino Francés con éxito

El Camino Francés es uno de los trayectos más aclamados por los peregrinos, pero a su vez de los más duros por los kilómetros a recorrer y su desnivel.

Cuando se trata de planificar un viaje hay que tener presente muchos factores, de igual forma pasa a la hora de organizar el Camino de Santiago. Hay que prestar atención hasta el más mínimo detalle para no fracasar en el intento, para evitar esto se pueden consultar páginas especializadas en esta aventura como es el caso de www.santiagoways.com/camino-de-santiago/camino-frances/, dónde se ha recopilado toda la información necesaria para poder organizar este tipo de aventuras sin dejar nada a la suerte.

Uno de los primeros pasos a la hora de hacer el Camino de Santiago es elegir el trayecto, en este caso trataremos el Camino Francés. Este camino es de los más duros y exigentes, pues cuenta con casi 800 kilómetros de recorrido partiendo desde Sant Jean Pied de Port (Francia). 

Además de la dificultad de tener que recorrer casi 800 km, hay que tener presente las características del suelo ya que durante el trayecto el peregrino se encontrará con etapas que tengan un desnivel positivo considerable, llegando incluso a los 3000 metros. 

Para estar preparado a conciencia y bien mentalizado es importante seguir unos determinados pasos

Preparación física previa. Como se ha comentado anteriormente es indispensable hacer una buena preparación física que ayude al peregrino a superar etapa tras etapa sin problema, hay que recordar además el desnivel positivo de dicho camino por lo que sería recomendable hacer los entrenamientos en montañas que cuenten con desniveles equiparables. 

Preparación de la mochila. Otro factor crucial es la mochila que se va a cargar durante la aventura. En este caso hay que tener una mochila que sea cómoda, con buenas sujeciones, poco peso y con capacidad amplia para guardar todo lo necesario. A la hora de preparar la mochila hay que ser muy eficientes, se debe meter únicamente todo aquello que sea indispensable para realizar el camino, hay que dejar de lado todos aquellos artículos y productos que se quieren llevar por un “ por si acaso”. El peso máximo final de la mochila cargada no debería exceder los 10 kg, además hay que dejar hueco para poder meter al inicio de cada etapa alimentos y bebida. A la hora de colocar todos los artículos dentro de la mochila hay que ser muy eficiente, en primer lugar se deberían meter todas aquellas cosas que sean más pesadas, dejando hueco en la parte superior para objetos tipo cámara de fotos o la comida que se suelen necesitar durante la etapa.

Comportamiento durante las etapas.  Muchos peregrinos cometen el grave error de empezar con mucha ansia las primeras etapas, consiguiendo hacer más de 25 km al día, teniendo como resultado dolores fuertes en las extremidades y la espalda al día siguiente, en muchos casos estos dolores y agujetas son tan fuertes que el peregrino tiene que tomarse ese día de descanso por verse incapacitado. Para evitar esto, los primeros días de travesía es recomendable recorrer pocos kilómetros para que el cuerpo se acostumbre a la nueva rutina y de esta forma ir aumentando los kilómetros de forma progresiva. 

Tipo de alimentación a lo largo de las etapas. El Camino Francés requiere de un gasto energético bastante grande, por ello hay que saber alimentarse de forma correcta para evitar indigestiones y posibles dolencias durante una etapa. Se recomienda empezar el día con un desayuno completo para que de esta forma a lo largo del día con ingerir fruta, frutos secos y alimentos de este tipo sea necesario, al finalizar la etapa es cuando el peregrino debe ingerir la gran mayoría de las calorías en la cena.  Otro factor a tener en cuenta en el recorrido de las etapas son las zonas de carretera, es cierto que en el Camino Francés son pocos los tramos que discurren por zonas de carretera, pero aún así los hay, en estos casos hay que ser muy conscientes del lugar en el que se está haciendo el recorrido, pues implica determinados peligros, para ello es importante ir siempre atentos al entorno que nos rodea y caminar por el lado izquierdo de la calzada para observar mejor los coches que vienen de frente. 

Para finalizar tan sólo hay que recordar que a pesar de los riesgos que puede conllevar el hecho de hacer el Camino de Santiago, los beneficios que se obtienen al realizarlo son mucho mayores, en este caso sólo hay que ser conscientes de la tarea que se va a realizar y disfrutar al máximo pero con mucho conocimiento.