Problemas en la casa de hermandad de Humildad y Paciencia

Es lo que suele suceder cuando un accidente imprevisto, te obliga a modificar tu ritmo habitual de vida. Parece que se diseñan unos plazos fácilmente salvables, pero siempre aparecen imponderables y dificultades de última hora, que echan por tierra cuanto pueda preveerse de cara al futuro. Y eso es precisamente lo que está ocurriendo actualmente con la Hermandad de Humildad y Paciencia, una cofradía que el pasado mes de junio veía con espanto cómo ardía la vivienda superior del inmueble donde se haya establecida su casa de hermandad, en la calle Medina, sin que hasta el momento haya podido recuperar su actividad normal.

Recordamos que todo sucedió el pasado día 28 de junio, cuando se declaraba un leve incendio en la vivienda de un piso superior de la primera planta del inmueble, que enseguida se extendía por buena parte de la misma, no afectando a la casa de hermandad situada en la planta baja, pero sí originando el desplome de una claraboya sobre la zona ocupada por los cofrades del Martes Santo.

En el aspecto humano, tan sólo había que reseñar la atención que debió dispensarse a uno de los bomberos intervinientes por una lesión muscular, así como a una vecina, por quemaduras en su cuerpo, y a un vecino, por inhalación de humo.

En el patrimonial, en cambio, tras detectarse en primera instancia que no había daños importantes en los enseres de la cofradía, sí se recibía aviso en la corporación nazarena por parte de los técnicos municipales, para que inmediatamente se desalojara este local, ante el seguro riesgo de derrumbre de uno de los muros afectados, muro colindante con el salón de la casa de hermandad.

Y a partir de ahí comenzaba el calvario. Enseres repartidos entre el convento de la Trinidad, y otras dependencias privadas de algunos hermanos, y una espera que parecía tener fin para el definitivo regreso a casa a comienzos del presente otoño, que sin embargo aún anda alargando los plazos, hasta tal punto de que a fecha de este 15 de noviembre, no se sabe si podrá celebrarse en algún otro espacio el tradicional mercadillo benéfico que esta corporación venía celebrando en estas semanas previas a Navidad, e incluso se ha convocado ya la 'igualá' de costaleros, en enero, en la casa de hermandad de la Amargura.

El hermano mayor, Juan José Fernández, ha declarado a este medio que "la situación es complicada, e incluso estamos buscando otras alternativas, porque no sabemos cómo nos vendrá el futuro". 

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En cualquier caso, estamos convencidos de que en esta cofradía hay reaños suficientes para salir de esta delicada situación, y que más pronto que tarde se llegará a buen puerto en esta singladura. ¡Mucho ánimo!

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