Gloria, gozo y felicidad

¡Olé por Pedro Peña! ¡olé por su familia! y ¡viva Lebrija!

Y habría que soltar mas vítores, porque lo de ayer fue "mu" grande. El pasado jueves, en la sala Joaquin Turina, asistimos a un concierto que, por la calidad de los artistas que actuaron, era espectacular. Aumentamos su valía por su fin social, los beneficios del mismo se dedicaran a la lucha contra el cáncer, y volvimos a aumentar las emociones y los parabienes porque se homenajeaba a un flamenco con todas las letras.

Nacido en Lebrija un año "na más" que regular, 1939, hijo de María Fernández "la Perrata" y de Bernardo Peña Vargas, sobrino de Perrate de Utrera, hermano de El Lebrijano y, para seguir la estirpe, padre de artistas donde destacan el guitarrista Pedro María Peña y el compositor, pianista (y añadiría que genio), David Peña ‘Dorantes’. No vamos a enumerar porque seria extenso en alto grado los artistas con los que ha colaborado, ni sus grabaciones, ni sus libros, uno de ellos - los gitanos flamencos- imprescindible para entender la génesis de este arte y la influencia de los gitanos andaluces en el flamenco. Solo decir, en definitiva, que Pedro es un motor cultural y social impagable, para Lebrija en particular y para el flamenco en general.

Del concierto solo decir que hubo momentos en los que te quedabas tieso y no podías ni aplaudir. Todos estuvieron entregados y nos invitaron a disfrutar con ellos. Nuestra compañera Marta Carrasco hizo de maestra de ceremonias magníficamente dando paso a un elenco maravilloso. Empezando por su hijo Pedro que abrió la tabla y sin soltar la guitarra, se cantó una solea que le salió de la garganta y del corazon. Después Luís "El  Zambo”, que estuvo "sembrao, José el de la Tomasa y Chiquetete pusieron su arte a los pies de Pedro, y de los que estábamos allí de "prestao”, paseando por Jerez, Alcalá y Triana.

Mención aparte merece lo que vino después, Esperanza Fernandez, que esta en estado de gracia y nos regalo unas cantiñas largas y preciosas, con el acompañamiento primero de Miguel Ángel Cortés -¡Qué manera de tocar la guitarra!- y después de Dorantes, con el que interpreto el romance "Di, di Ana" con el que se lució como ella sabe hacerlo. Dorantes quedó en el escenario con Pastora Galván al quite y formaron otro lío bailando ella extractos del espectáculo "Moratana”, que estrenó en la Bienalita pasada.

Durante el acto, se le entregó a Pedro Peña el premio Demófilo¡, por parte del presidente de la Fundación Machado, y el artista lebrijano, visiblemente emocionado, agradece a su familia y a todos el reconocimiento para regalarnos engarzado al fin de fiesta un cantecito propio que se mezcla con el fin de fiesta de una noche que no acaba pues todos los que estuvimos allí la recordaremos siempre.

Enhorabuena a Pedro, a su familia y gracias por una noche inolvidable.