Aquella copla en la radio

Me gusta la copla porque va conmigo. Me sigue y me persigue, recuerdos de mi infancia. Qué maravilla. Patio cargado de enredaderas, limoneros  y esparragueras en arriates y  el surtidor de una fuente. Y lo que más me gustaba, era aquella  vieja radio que había en casa, de nombre “MARCONI”, que siempre sonaba con sus discos dedicados y que tanto bien nos hacía a todos por aquel entonces. Lo que era aquel aparato, lo que podía ser aquel aparato   de madera y hasta donde nos podía llevar con la mente, en aquellos cientos de capítulos de radionovelas que te ponían,  escritas por el gran maestro Sautier Casaseca y que interpretaban magistralmente Pedro Pablo Ayuso, Matilde Conesa, Juana  Ginzo, Teófilo Martínez, Matilde Vilariño, María Romero y tantos grandes de aquellos tiempos.

Y aunque aquella radio fuese de madera y vieja ya por su uso, sonaba a gloria, día tras día con aquellos “OJOS VERDES”, que se hacían verdes como el limón verde y se recoqueteaban en la figura de aquella mujer y en no sé qué quicio de una puerta. Puerta grande y ancha donde se martirizaban las penas dolientes de aquellos muchos patios cargados de enredaderas. Se confundían los enfados y los genios en los rincones y rendijas de zócalos encalados de aquella manera en algunos casos. Y lo más grande, es que la copla, sonaba. Seguía sonando y sabía a gloria.

Atrás quedaban esos escondrijos de los cuchillos. Y gritaban los corrales, los patios, la fuente y las casapuertas, mientras los niños correteaban a la comba por la plazuela y jugaban a la piola. Y la copla sonaba… seguir leyendo el artículo.