Una joya en Medina Sidonia: Jesús Nazareno

Eran cuatro siglos los que se conmemoraban, razón más que suficiente para no faltar a una cita cofradiera, que no llamaba la atención como lo hacen los grandes fastos que se viven en las capitales del mundo 'capillita', pero que ofrecía la posibilidad de contemplar en la calle una imagen con raíces históricas, esas mismas con las que ahora se suelen llenar las bocas pidiendo igualdades.. y un montón de cosas más.

Publicidad

Así que con estos planteamientos, no resultaba tedioso acercarse hasta Medina Sidonia, lo que hicieron muchos cofrades de la provincia -otros muchos declinaron la invitación- para encontrarse cara a cara con el Señor Nazareno, una talla de Francisco de Villegas por la que valió mucho la pena coger el coche.

Publicidad

Y es que, lo de menos fue el fresco, o más bien frío -sí, leen bien- que a tantos terminó alejando a las primeras de cambio. Lo de menos fue encontrarnos un paso de pequeño formato, o un itinerario obviamente salpicado de cuestas hacia arriba y hacia abajo. Lo de menos fue la trilogía de acompañamientos musicales que sonaron tras las andas..

Publicidad

No. Lo de más, lo verdaderamente importante, estuvo en la figura central de la celebración. En la talla que provocó el acontecimiento, ahora que tanto se habla de la falta de unción sagrada en las imágenes de Semana Santa. En el Señor de Cruz a cuestas y ojos medio entornados, que sobre alfombra de rosas, y vestido de túnica bordada, provocaba escalofríos de emociones a su paso. Ahí estuvo todo, y ahí se resumió todo.

Publicidad

Medina Sidonia tiene una joya del barroco. Una talla realizada en su día por Francisco de Villegas, que este pasado sábado salió a la calle para regresar a su parroquia de Santiago. Una obra de arte con mayúsculas ante la que se reza todos los días del año.. y que responde al nombre de Nuestro Padre Jesús Nazareno.