Viernes: fue un magnífico preámbulo de la romería

Un viernes extraordinario. Así podemos calificarlo, desde que a primera hora de la mañana, la Aldea comenzó a llenarse de gente, recordándonos el paso de las horas, a aquellos Rocíos de los años noventa. Gente con ganas de romería, y gente con ganas de conocer lo desconocido.

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Día grande pues, que desde el Coto nos traía noticias de un par de sustos para la hermandad rociera de Jerez, uno de ellos, protagonizado por un carrero al que hubo que evacuar con un fuerte golpe en las costillas tras, un quiebro de los nulos que tiraban de una de las carretas, y otro, protagonizado por nuestro buen amigo Rizo, quien sufrió un golpe de calor, teniendo que ser atendido por los servicios sanitarios. Sólo fue el susto.

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La romería, por su parte, siguió el curso habitual de los últimos años, con presentación ante la Virgen de las treinta hermandades más nuevas, dejándonos algunas estampas preciosas, como la de la entrada de la Hermandad de la Macarena. Impresionante.

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Y luego, la noche. Fiesta, cante, y alegría en los porches, y también entre los que ya iban llegando desde Doñana, conformando sin duda un magnífico preámbulo de lo que a partir de este sábado será la romería del Rocío.

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