Antonio Reyes confirma el Giraldillo en Jerez

Pisar el escenario de la Casa de Fernando no es pisar un escenario cualquiera. Sobre esas tablas, que están flanqueadas por dos impresionantes recuerdos a uno de los mejores cantaores de todos los tiempos, se han vivido noches importantes e inolvidables de cante, toque y baile y, la que ofrecieron ayer Antonio Reyes, y su hermana Remedios, junto con la guitarra de Antonio Higuero, no pasara al olvido fácilmente.

Y no pasará al olvido porque llegaba a la A.C.F. Fernando Terremoto el actual ‘Giraldillo al Cante’ de la pasada Bienal de Sevilla de 2014, cargado de respeto y responsabilidad, y no fue poca la expectación que levantó su presencia aquí, en una noche que ofrecía demasiados atractivos de forma simultánea.

Tras la obertura cantaora de su hermana Remedios, donde destacaron unos tangos y unas bulerías en las que se cantó y bailó, el cantaor chiclanero comenzó tirándose a la piscina de la soleá sabiendo que tenía a su lado a un escudero que hasta daría la vida por él con su sonanta. El binomio Antonio Reyes y Antonio Higuero es una pareja que tienen una química especial, fraguada por los años que llevan uno junto al otro. No les hace falta ni mirarse para entenderse. De Alcalá pa Cádiz, de Frijones a Tomás Pavón, del Viejo Agujetas a Joselero, no se dejó a nadie en su recorrido por el cante de los cantes, como pueden ver en el video de esta noticia.

Por alegrías nos enseño su bahía desde Sanlúcar hasta Tarifa y por tangos propició el ambiente necesario para liar un disparate cantando por siguiriyas. Espectacular sería un calificativo demasiado corto para lo vivido en el homenaje que le hizo en ‘Terremoto’ al cante del dolor presente. Por bulerías puso la guinda que le faltaba a una noche, que remató con una larga tanda de fandangos que nos hizo salir de allí extasiados de cante.

Venir a confirmar en Jerez, que es la catedral del cante y del flamenco, le pese a quien le pese, su actual estatus de primer espada de esto de lo jondo, al igual que los toreros van a Madrid a confirmar la alternativa, no es tarea fácil para nadie. Solo aquellos que conocen y respetan los terrenos del cante en su formato más ortodoxo, y saben maridar formas y maneras con las que hacer salir de sus escondites a esos duendes, tienen ese don con el que hacen que te vayas del recital con el cuerpo tan extasiado de sensaciones, que no quieres que la noche acabe nunca.