Regina se olvidó de Platero

La cantaora onubense Regina, llegó a los Claustros de Santo Domingo acompañada por la magnífica guitarra de Paco Cortés, dentro del circuito ‘Tierra y Luz’ con el que homenajea el centenario de ‘Platero y Yo’ de Juan Ramón Jiménez, trayéndose de Huelva una inmensa voz para cantar pero dejándose el libro en la mesita de noche.

Este circuito, que teóricamente rinde homenaje a una de las composiciones históricas de la literatura española, y que cuenta con el amparo y beneplácito del Instituto Andaluz de Flamenco, tuvo a un gran ausente en la figura del escritor de Moguer, quedando el acto reducido a un recital de cante por parte de una artista que, eso sí, demostró que facultades no le faltan en absoluto.

Puntual a la cita, a las ocho y media de la tarde, se presentó en el escenario habilitado en el salón del antiguo claustro dominico con cantes de trilla y camperos dando muestras que su voz tiene cualidades para cantar todo aquello que requiera de fuelle y poderío, como pueden ver en el video de esta noticia, que engarzó con las bulerías del ‘Nuevo Día’ de Lole y Manuel antes de saludar al respetable.

Por granainas y media granaina prosiguió en busca del límite de su garganta, con un Paco Cortés magnifico como escudero, y requirió del compás de su escolta soniquetera para marcharse a Málaga y Graná en busca de los tangos y coger el barco de vuelta para pasearse por la bahía de Cádiz entre cantiñas y alegrías, sin olvidarse del Mellizo y su malagueña que remató don dos abandolaos arrondeñados.

Para rematar la noche, se fue a su tierra, al andévalo y la sierra onubense y al son del compás que le marcaba por fandangos de Huelva la guitarra de Paco Cortés repaso la gran variedad de estilos que tiene su tierra. Estaba en Jerez y no se quería marchar si hacerle un guiño a la ciudad, y este vino por siguiriyas y bulerías, con las que puso fin a una cita.

Como pueden ver todo muy juanramoniano.