"No todo el mundo puede ser de Los Judíos" por Álvaro Ojeda

Y por eso son tan grandes; así coronó esta web Andrés Cañadas el pasado año, cuando el sol se quiso reliar tras el manto del Desconsuelo desde el alba hasta la tarde. Y ya no hay más que hablar.

El sábado, la Junta de Gobierno de la cofradía, una Junta a la que no hay que olvidar que no le tiembla el pulso en los últimos años en dejar a la cofradía en casa al mínimo riego de agua, fue valiente y jugó al limite de los partes y los tiempos, para regalarle a la ciudad una pincelada de Martes Santo.

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Y aquí entra el misticismo de un servidor, y es que el Señor es tan como su gente, que no le gusta salir del barrio. Él no quería Tornería ni inventos. El Señor tenía claro que quería salir a la calle, pero no más lejos de las fronteras de su propio barrio. El sabía que debajo, la madurez ya estaba instalada en la cabeza y en las piernas de sus soldados vestidos de rojo. Él sabía que Edu, templaría la voz y a su gente de fuera cuando llegara el momento, que solo Él sabía que llegaría. El Señor de las Penas, como buen vecino, el más antiguo del barrio, tenía en mente visitar a esas dos hermandades que luchan por aliviar los sueños de primavera de sus hermanos, así como el hambre de cuantos viven en las viejas casas encaladas del barrio de los adoquines gordos.

Y fíjense, lo bueno que fue, que tras regalarnos una entrada triunfal en San Lucas a los sones de la todopoderosa 'Sentencia', el Señor nos dijo que hasta aquí llegaba su deseo de salir a la calle, mandándonos unas gotas del cielo para que lo mandáramos de vuelta a casa con la cordura y la madurez que te da el no descomponerte nunca ante situaciones como las de ayer. Champions.

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Ya luego el Señor se quedó en casa. Y llegaron los momentos de la intimidad, esos que muchos no entienden ni respetan. Esos momentos que sacan ese mal endémico de esta ciudad como es la envidia. ¿Tanto le molesta a usted que esa cuadrilla levante a su Cristo más de una vez al son de unos señores que vienen de Sevilla? ¿Tanto y tanto hay en esta ciudad para crear un foto montaje con el paso de agua hasta las trancas, cuando la gente está rota de dolor por lo que ha pasado?.... Jerez.

Pues por todo eso, por la bella salida, la épica estancia por las calles del barrio.. y el momentazo del interior de San Mateo, mucho niños indefinidos en su pozo interior cofrade que no saben de qué hermandad ser, dijeron.. "a mí me gusta esto; yo soy de los Judíos". Y es que no lo olviden nunca, solo hermandades como estas, son capaces de tener esenpellizco, simplemente por hacer cosas como las del sábado.

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Yo me sentí orgulloso de mi Junta de Gobierno, y me sentí orgulloso de mi Cristo, ese que nos habló a todos en cada trazo del día marcándonos lo que Él quería. Yo me sentí orgulloso de la cuadrilla y :3 su equipo de capataces; yo me sentí orgulloso del barrio de mi abuelo, del Jerez que vino a sacarse las manos de los bolsillos para aplaudir tanto y tan bueno; yo me sentí el más grande, el más grande y orgulloso nazareno sin túnica, al ver a los vecinos de siempre del barrio con su cofradía.

El sábado, el día en que decidí traerme a un sevillano de la Macarena que jamás había salido de la cuna de la Semana Santa. Un sevillano que no daba crédito a lo que veía. Un sevillano, un Macareno que creía haberlo visto todo en su vida hasta que llegó a San Mateo. Un Macareno al que después de una magnífica charla, tras la recogida del Señor, le dije algo que tal vez, muchos en Jerez no terminen nunca de entender, pero que el Macareno, que venía limpio de envidias y con el corazón abierto a todo lo bueno que te regala San Mateo.. sí fue capaz de comprender, y es que... NO TODO EL MUNDO PUEDE SER DE LOS JUDÍOS.

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