..y al final, no pudo ser como queríamos..

Caen los rayos en cascada en el exterior de San Mateo, mientras por las vidrieras del templo se ven los relampagazos en el exterior, provocando el asombro de cuantos estamos dentro de la iglesia, así como el leve parpadeo de las luces que de vez en cuando, amenazan con apagarse.. a causa de la tormenta. La noche se ha puesto infame, pero no afecta a la Hermandad de 'Los Judíos', que hace ya un buen rato decidió suspender su ida hacia el Alcázar, justo cuando nos encontrábamos en la Plaza de San Lucas.

Fue sólo una ilusión. Un espejismo que pareció tomar tintes de tarde grande, antes de que las nubes llegada desde Sanlúcar, nos rompiesen las alegrías por la mitad. A partir de entonces, los 300 años de historia del Señor orante desde su peña, tuvieron el amargo final de la suspensión, tras que las abiertas puertas al filo de las cinco menos cuarto, quisieran jugar al escondite con la borrasca. De nada sirvió. Fue salir a la calle, y enfilar Cabezas.. y llegar las nubes negras, y comenzar la llovizna. Así que vuelta a casa, y todo suspendido, o mejor dicho, modificado.

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Y fue así, porque el acto que iba a tener lugar en el Alcázar, se desarrolló al final en San Mateo, donde la alcaldesa recibió de manos de Ángel Bocarando, el Título de Hermano de Honor de la rojinegra corporación del Martes Santo, y porque a continuación, la banda de Las Cigarreras ofreció un concierto junto al paso, que asombrosamente fue acompañado por una sucesión de chicotás del paso, circunstancia que nos hizo regresar por unos instantes a la Semana Santa de hace treinta años, cuando las suspensiones por lluvia se solían convertir en esto mismo..

Y por cierto, al hilo de esto, de lo más curioso el hecho de que jóvenes de no más de veinte años, refiriesen este detalle, cuando entones ni siguiera eran un proyecto de personas, así como la sucesión de correos o mensajes de wassap que nos llegaron, insistiéndonos en que acusásemos a la cofradía de cani, por atreverse a incumplir las lógicas normas de la ortodoxia, como si esta hermandad se hubiese distinguido alguna vez, por seguir las pautas marcadas por todos los demás.

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Y poco más.

Fue una pena lo sucedido, entre otras cosas, porque fueron muchos meses preparando esta salida, aunque fue hermoso lo poquito que duró, sin duda alguna, porque pocas cosas en Jerez hay mas puras y grandes, que el paso de misterio de Nuestro Padre y Señor de las Penas.

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¿O no están ustedes de acuerdo con esto?

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