Flamenco de pizarra en Los Cernícalos

Con la convicción de que fuera de nuestras fronteras hay flamenco, mucho y bueno, en la Peña Flamenca ‘Los Cernícalos’ no pudimos hacer otra cosa más que corroborar nuestra teoría y, aquellos que somos amantes del flamenco en sus distintos territorios y no solo bebemos de la fuente que mana de Jerez, disfrutamos de lo lindo con Dani de Morón y Antonio Ruiz ‘El Carpintero’. Ambos ejercieron de embajadores de un legado que tiene como referencia esos cantes de Los Puertos y encuentran en la figura de Joselero de Morón y Diego del Gastor a dos de su máximos exponentes.

Con la guitarra en formato solista en la primera de las partes, Dani de Morón refrendó una a una las palabras con las que reseñábamos su paso por la Bienal de Sevilla y volvíamos a disfrutar de unos sones que están llamados a dar mucho que hablar en un futuro cercano. Malagueñas, Soleá, Farruca y Bulerias fue su carta de presentación ante un público que, medio embelesado y medio atónito, se preguntaba que de dónde había salido este guitarrista y hasta algunos profesores de guitarra de nuestra ciudad se acercaron a la peña para poder saludarlo personalmente y conocerle.

Tras el descanso preceptivo, con Antonio Ruiz ‘El Carpintero’ llegaba la parte cantaora y, de nuevo, volvíamos a vivir esos cantes de pizarra que tan buen regusto nos dejaron en el Palacio de Villavicencio durante Festival de Jerez de 2013 y que casi nos hacen llegar tarde al Teatro Villamarta. Si hay un legado de transmisión oral, en Antonio Ruiz ‘El Carpintero’ encontramos de qué forma se ha producido y su convivencia junto a grandes figuras del flamenco, especialmente con Joselero de Morón, lo convierten por derecho propio en un transmisor natural de ese flamenco del que muchos agoreros dicen que ya no queda.

Por tangos, como pueden ver en el video de esta noticia, el marchamo pausado y acompasado de la serranía fue el predominante, en la soleá repasó media Andalucía haciendo especial hincapié en Alcalá y Triana y por siguiriyas se nos vino a Jerez a recordar a Manuel Torre, cerrando por bulerías con ese sabor que deja la cercanía de vivir al lado de Utrera y dejándonos el cuerpo entonado para vivir una magnífica recena flamenca hasta ‘la hora del lechero’.

Quien no fue, se lo perdió.