Emocionante ilusión

Con la presentación por parte de Rafael Lorente, con datos históricos del restaurado Convento de Santo Domingo, pasadas las diez de la noche, daba inicio una edición más de las Noches de Verano jerezanas, con el estreno denominado ‘De Ilusiones’, que ha servido para refrendar aún más la talla de una artista como es Felipa del Moreno.

Bajo un formato que podemos dividir en dos partes, y con el fin de recaudar fondos con los que producir su primer trabajo en solitario, Felipa del Moreno mostró su versatilidad como artista. Tanto en el formato más ortodoxo como en el más ligero pero sin salirse de las formas flamencas, durante casi dos horas disfrutamos de un maravilloso enclave, que ya se destapó el pasado año como un escenario perfecto para este tipo de espectáculos, y una magnífica noche de flamenco la más amplia extensión de sus definiciones.

Para demostrar su valía como cantaora, la primera de las partes supuso un recital de cante donde las alegrías le sirvieron para controlar los terrenos que pisaba, con un compás de tacómetro marcado por la guitarra de Manuel Valencia y las palmas de Carlos Grilo, Juan Diego Valencia y Manuel Salado. Qué bonito es un cante cuando se afronta con valentía y se van preparando los tercios con gusto para llevarlo al sitio que le corresponde. Prosiguió por Soleá, la reina de los cantes, realizando escalas en Alcalá, Cádiz y Jerez, donde tuvo un recuerdo a ‘La Piriñaca’ y a Tía María Bala. Tarantos y Cartageneras fueron antesala de los tientos y tangos, que pueden ver en el video de esta noticia, en los que demostró que es unos de los cantes donde encuentra una comodidad absoluta.

Un solo por bulerías de Manuel Valencia, con el compás antes reseñado mas la percusión de Luis de Periquín, sirvió para dar respiro a Felipa y para comprobar que la ‘Venencia Flamenca’ tiene un sitio más que merecido en sus vitrinas. Su guitarra crece por día que pasa, al punto de que está empezando a no ser un lujo para él poder acompañar a los más grandes del momento, sino que estos puedan tener el privilegio de que él sea quien les acompañe a ellos. Ovación de gala, con el público en pié.

Por fandangos de Huelva, comenzaba la segunda de las partes, con un repertorio de estilos donde se entremezclaron Valverde, Alosno y un cané de letra personal, tomó contacto de nuevo Felipa del Moreno con el público y volvió a tomar el temple justo para comenzar a compartir escenario con los artistas invitados. Solo pronunciar su nombre hizo que más de uno se levantara del asiento. Uno de los grandes valores del cante jerezano, como es Jesús Méndez, no se quiso perder la ocasión de estar “con una compañera, pedazo de artista, que es como si fuera mi hermana” y, compartiendo con ella soniquete buleaero, nos llevaron a las letras que le dedicara Manuela Méndez ‘La Chati’ el día que Jerez le rindió homenaje en el Teatro Villamarta.

Momentos emocionantes eran los que comenzaron a vivirse y que no pararon en lo que quedaba de velada. Acompañada en este caso por Eduardo Peña al piano, los compases del inicio de ‘Vida mía’, que popularizara India Martínez, entraron en un bucle de emociones. Es difícil cantar la letra de Fernando Terremoto cuando se ha compartido escenario, reuniones y fiestas junto a él durante tanto tiempo.

Para poner colofón a las apariciones estelares, de la mano de Fernando Soto nos devolvieron a los presentes a todos esos momentos que han vivido ambos artistas en el extinto Tablao ‘Bereber’. Polifacético como nadie, y artista como pocos, Felipa del Moreno encontró el complemento perfecto para dar vida las letras de ‘Los siento pero esta noche es imposible’ de Parrita antes de empezar a clausurar este estreno ‘De Ilusión’.

En Jerez, como mandan los cánones, el final está reservado para la bulería y sumergido de nuevo en un compás envolvente de prima y bordón y soniquete y percusión made in Jerez,  comenzamos a darnos cuenta que habían pasado casi dos horas y, tras agradecer al público su asistencia y al staff técnico su trabajo, invitó a todos los participantes a un fin de fiesta del que no se libró nadie de pasar por la piedra. Cante, toque, compás y baile con denominación de origen pusieron colofón a una noche que no pasará al olvido por parte de Felipa del Moreno.

Ni para ella, ni para nosotros.