La devoción al Crucifijo: La procesión del Silencio, de Lérida

Ser cofrade en Sevilla, en Málaga o en Jerez es fácil, muy fácil, tanto por apoyo social, como por ayudas económicas, como por que las hermandades son parte importante de la sociedad. Ser cofrade en algunos pueblos de Andalucía es bastante más difícil aunque la sociedad lo tiene totalmente asumido y no te miran como un "bicho raro". Ser cofrade en ciudades como Lérida debe ser bastante complicado y hasta duro.

Por ello, la existencia y aún la creación de nuevas hermandades en lugares en los que campa el descreimiento y la lejanía de todo aquello que suene a Cristo y a Iglesia, deberíamos considerarlo como una muestra de nuestra importancia y hasta, si se me apura, como un pequeño milagro.

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En los años 90 de la década pasada, un grupo de emigrantes andaluces,  y de sus descendientes, pertenecientes a la casa de Andalucía de esta ciudad catalana, inician la creación de la singular hermandad del Rocío y cofradía de nazarenos del Santo Crucifijo, que fue aprobada canónicamente en el año de 2006.

En los años siguientes consiguen su traslado a una sede canónica, encargan y estrenan un paso (trono) para el Cristo de la Agonía (seis metros de largo por dos de ancho, realizados en unos talleres de Madrid), restauran la imagen del Cristo (parece que de tamaño menor al de cualquier imagen procesional y del que no hemos conseguido información sobre su hechura y antigüedad), estrenan nueva cruz y peana, crean la bolsa de caridad, efectúan su salida desde una Iglesia románica (San Martín) por una puerta de esta Iglesia cerrada desde hacía más de veinte años, y solicitan, y consiguen, la recuperación de la llamada "Procesión del Silencio" que comienza a las 24,00 horas del Jueves Santo y en la que, dicen, participan más de 1.000 personas.

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Pese a ser considera una "cofradía menor" (hay dos "mayores", la de los Dolores y la de la Purísima Sangre y Cristo Yacente, y otras once o doce "menores"), su actividad es frenética durante el año y la propia Semana Santa en la que, además de organizar su propia procesión en la Madrugada del Jueves a Viernes Santo, realizan el traslado solemne del Cristo el Miércoles Santo, y participan hasta en otras tres procesiones durante la Semana Santa.

En el vídeo cuyo enlace os adjunto podremos ver de todo (Salida y entrada de la Cofradía, Estación de Penitencia, una saeta extrañísima, aplauso a los "costaleros" y hasta un encuentro con, parece, otra Cofradía). Todo es igual que aquí, pero absolutamente distinto. Merece la pena verlo, pero siempre recordando que estamos hablando de una procesión de Madrugada en una ciudad catalana, Lérida, donde apenas el 50 % de la población se dice católica y no llega al 10 % la que dice que es practicante de alguna manera.

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