¡Paco, va por tí!

Silencio. Mirada al suelo. Expectación. Tira un beso al cielo. No hace falta explicación. ¡Paco, va por ti! Por el más grande jamás nacido en la guitarra y desde el escenario, desde donde debe ser, desde donde se hacen los homenajes de verdad a los artistas, el tocaor jerezano presentó su último trabajo discográfico ‘Camino al Alma’ en la Sala Paúl, dedicando a la memoria de Paco de Lucía su actuación y mostrando, una vez más, que está llamado a ser una de las grandes guitarras flamencas de este tiempo.

Partiendo de ‘la raíz de lo puro’, con la rondeña taranta que apertura la hora y media de concierto, vamos caminando dentro de unos sonidos que, incluso a primera escucha, te hacen sentir las melodías y el compás, al igual que con las armónicas granaínas que dan cobijo a Maestro Lucía. Tal y como dijera en la rueda de prensa, la reina de los palos del flamenco iba a tener al rey de la sonanta por protagonista y homenajeado. La eterna soleá ‘Cuando canta el gallo’ nos trajo el recuerdo del maestro de los maestros y con quien Antonio Rey tuvo la suerte de pisar un escenario en concierto.

Ha pasado media hora y no nos hemos dado cuenta, cuando Antonio Rey hace llamar a su escolta musical. Con Manuel Urbina de segunda guitarra, su hermana Mara Rey y José Treviño al cante, Pepe Pulido en el bajo y Ané Carrasco y Alex de Gitanería en la percusión, cambiamos de registro. Por alegrías, nos llegan aromas de La Caleta, con escalas imposibles para cualquier mortal y que ejecuta con una velocidad y limpieza endiabladas. Sin perder el son marinero, llegamos a ‘Camino al Alma’ que da título a su último trabajo para encontrarnos acto seguido con ‘Nuevos Horizontes’, una rumba que te mueve del asiento aunque no quieras.

Dedicado a su hija, ‘Alma’ es una fantasía musical que recoge todo cuanto se pueda sentir por quien es sangre de tu sangre y a quien has visto nacer e ir creciendo. Todo un placer para los sentidos. Hay quien es capaz de concentrar en pentagramas un sentimiento y, Antonio Rey es una de esas personas que tienen esa suerte, ese privilegio y ese don. Como tiene también ese don en su voz Jesús Méndez, con quien cuenta el tocaor jerezano para clausurar la presentación de su disco.

Todo un repaso a la bulería corta de Jerez, la autóctona de esta zona cantaora, fue de la mano de un ramillete de falsetas inspiradas en Parrilla de Jerez y Moraíto que nos hizo transportarnos al universo del compás y el soniquete que ya no está en esta tierra. Como punto final, del extenso concierto, de nuevo tributo a Paco de Lucía. Zyriab. No hace falta decir más. ¿No?