Fue absolutamente histórico..

Años noventa. Siglo XX. Madrugada del Viernes Santo. Van a dar las cuatro de la mañana, y algo ocurre junto a los muros de Santa Ana. Hay gente por allí, cuando lo normal sería que allí no hubiera nadie. Suenan pisadas de alguien que se acerca.. y un pestillo de hierro, comienza a trazar la senda de unos nazarenos, que abren paso a un crucificado distinto a todos los demás. En la esquina de la gasolinera, se atisba la luz azulona de una moto de policía.. y eso es todo lo que delata, que acaba de salir a la calle, una nueva cofradía de penitencia..

Corren los años. Cambian los tiempos. También cambian los muros, los inciensos, las luces, y el día de la procesión..

De repente, como si no hubiese dado tiempo a casi nada, aquellos mismos nazarenos, que un buen día decidieron mutar la 'Madrugá' en Domingo de Ramos, y el templo de la Plata, por la Ermita de Guía, se dan cuenta de que ya han cumplido cincuenta años sacando a su Cristo a la calle. Tocan Bodas de Oro, y toca regresar a su pasado, y toca celebrarlo como la ocasión merece.

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Hay un regreso, y unos cultos extraordinarios, y viene una banda de postín desde la Torre del Oro -Sol de Sevilla- y llega el 22 de febrero de 2014.. y sale ¡hasta el sol! que hace mil años no veíamos junto a nuestras cofradías.

Y volvemos a Santa Ana. Y allí hay.. no una, sino muchas motos de policía. Y mucha gente pisando apresuradamente para llegar a tiempo. Y mucha más gente todavía, esperando a que algo ocurra. Y se abren las puertas. Y vuelven a salir los nazarenos del Perdón, pero esta vez con la cara al viento, trajeados, o vistiendo mantilla negra.. y guapa. Por haber.. hay hasta un carro vendiendo avellanas, donde ondea un bandera del 'Atleti'.

Suena la música. Nunca antes lo hizo.. pero no da la impresión de ser algo que desentone. Tampoco, los candelabros de la Candelaria que alumbran al Cristo, sustituyendo a los hachones de toda la vida. Hay flores distintas. Hay órdenes distintas.. y hay caras distintas también. No. Son las mismas, pero parecen distintas. ¿Por qué?

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Jerez se abre como una rosa. Primero Santiago. Luego la Porvera, Tornería.. el Consistorio.. la Catedral..

Cae el frío. Un frío negro de esos que nos echan habitualmente para casa, con los cuellos de los abrigos levantados. Ahora no. Ahora sigue aquí la gente con la Hermandad. Arco de Rota. Ya nadie se vuelve. Ya llega a ser hasta tumultuoso el poder avanzar. Y dan casi las doce, y vuelve el crucificado a su casa.. y toca volver a pensar en Santa Ana, y en los años noventa del pasado siglo XX.

Ha merecido la pena. Está claro. Habrá un antes y un después de todo esto. Ahora, o cuando lo decidan los hermanos. Pero lo habrá.

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¿No se fue acaso el Perdón a la Ermita de Guía.. buscando llegar alguna vez, a lo de este pasado día 22 de febrero?

Enhorabuena, hermanos. Fue todo un placer poder disfrutar vuestro Cincuentenario. Vuestro precioso Cincuentenario..

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