Diego del Morao, toque en compás de origen

Cuando uno sale de un espectáculo como el de anoche en el Teatro Lope de Vega, y se da cuenta que ha pasado una hora y media y ni siquiera ha mirado el reloj una sola vez, eso solo puede significar que lo ofrecido sobre las tablas del escenario hace que las horas parezcan minutos y los minutos corran como segundos y uno no quiere que acaben este tipo de propuestas.

Y La culpa de que el tiempo fuera tan deprisa, no tuvo más responsables que Diego del Morao y todos los artistas de los que se rodeó para presentar un son con el que la casa de ‘Los Moraos’ miden los tiempos del flamenco. Ellos, con Diego como principal referente actual, son los manijeros del compás que fluye por el principal afluente del río del flamenco jerezano, como es el Barrio de Santiago.

Reconociendo el propio Diego del Morao la responsabilidad de estar en una cita tan importante al confesar que “llevo una semana malo, pensando en lo de hoy, venir al Lope de Vega es venir al Teatro de Sevilla” para esta gala jugó a caballo ganador y se escoltó de sus primos Pepe y Fernando como segundas guitarras y el soniquete de Juan Grande, Ané Carrasco y Juan Diego Valencia. El cante lo trajo Jesús Méndez, que estuvo soberbio en las tonás y bulerías, y Anabel Valencia, que sacó el alma lebrijana por seguiriyas. Además, El Quini y Maloko presentaron las credenciales actuales del cante del Barrio de Santiago y complementaron la nota bailaora que trajo la emergente Gema Moneo a compás de soleá por bulerías.

En el Lope de Vega quedó demostrado, una vez más, que el sabor y la impronta de los genes moraos han pasado de generación en generación, siendo en la figura de Diego donde tienen su principal referente actual y donde el toque continúa ampliando el arco musical de la familia tocaora, con nuevas armonías y nuevos sones que, bajo la denominación de origen Jerez, está llevando a la guitarra a una nueva edad de oro.