"El Cirial, que siempre se mantendrá encendido"

Nada más enterarme de la triste noticia de la tan inesperada e incomprensible muerte de nuestro entrañable y querido Hermano Juan Carlos, componente del Cuerpo de Acólitos “El Cirial” de Jerez, se me vinieron a la memoria todos esos buenos ratos que contigo viví, querido Juan Carlos, y en especial aquel que siempre te recordaba cada vez que te veía, bromeando sobre como saliste vestido en aquel cartel.

Durante mi periodo de seis años como Hermano Mayor de vuestra Hermandad de La Viga (por que fuisteis parte de ella) vosotros, mis queridos componentes de “El Cirial”, fuisteis una parte indispensable, como una pieza mas de ese puzzle perfecto que todos juntos formamos aquel 2 de octubre del año 2010, y que sin duda alguna pasará a formar parte de la historia tanto de la Hermandad como de esta Ciudad.

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Todas vuestras ilusiones, vuestras ganas de trabajar y vuestra seriedad a la hora de hacer las cosas, nos llevaron a forjar una amistad más que consolidada en nuestros corazones y que a pesar de todo lo ocurrido y vivido más tarde, habéis siempre respetado y mantenido como verdaderos Cristianos, Hermanos y Amigos.

Pues bien, ahora las tornas se cambian. Y se cambian desgraciadamente por algo que nunca nadie de nosotros queríamos que sucediera. Y más de esta forma. Para muchos llamada de forma cobarde, para otros sin embargo desgraciadamente su aparente única salida.

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Me toca a mí mostraros mi sincera amistad y mi apoyo en estos duros momentos.

Juan Carlos se ha ido, sí. Juan Carlos ha querido marcharse así. En silencio, sin dar problemas, aunque nunca los dio, sin dar motivos, sin dar razones… con esa incógnita de sus cosas que él siempre tenía y que ninguno de nosotros llegábamos a comprender.

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Son muchas las preguntas que ahora saltan en nuestro subconsciente y que por más que uno lo intente no obtienen respuesta. Queridos amigos de “El Cirial” ahora más que nunca tenéis que seguir hacia delante. Tenéis que seguir trabajando en esa Hermandad de la Resurrección, Hermandad que sabiamente os ha abierto sus puertas. Trabajando todos juntos para que esta próxima Semana Santa, que será sin duda alguna para todos los que queríamos a Juan Carlos, diferente y especial, sea igual o más perfecta si cabe, de cómo estáis dignificando día a día, año a año, esa parte que conforma parte, valga la redundancia, de un cortejo procesional de una de las cualquiera de las Hermandades en las que estáis presentes y que antes de vuestra llegada, no se cuidaba ni se tenía en cuenta. Que esto no os haga flaquear, y que vuestros objetivos tengan como finalidad el siempre recordar a nuestro Hermano. Que vuestro Patrón, San Tarsicio, al que tantas veces nos hemos referido en esas tan amigables frías charlas por el lugar, pero ardientes en ilusión, os ayude en estos duros momentos.

Querido Juan Carlos, ya no tendrás problemas con los sobrepellices, ni con el viento, ni con ese cirial que portabas, por que todo eso ahora ya no importa, por que lo verdaderamente importante ya lo hiciste; quedarte para siempre en nuestros corazones.

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Adiós Juan Carlos. Hasta siempre amigo.

Fdo. José A. Valenzuela Caro