Jesús Méndez conquista Sevilla

Que por derecho propio Jesús Méndez se ha hecho un hueco entre los más grandes del flamenco de la actualidad es algo que nadie puede poner en duda, y menos si estuvo sentado en el patio de butacas del Teatro Central en la noche de ayer. Una actuación redonda ‘de pitón a rabo’, donde consiguió levantar hasta tres veces al público de sus asientos durante su presentación de su último trabajo discográfico, denominado ‘Añoranza’, no hacen más que refrendar y poner la guinda a un verano donde ‘ha puesto bandera’ en cualquiera de los escenarios que ha pisado.

Puntual a la cita y elegante como nos tiene acostumbrados, de forma ortodoxa y con una terrible sapiencia cantaora, con su inseparable Manuel Valencia a la guitarra, afrontó un recital de cante más que una presentación discográfica. Comenzó recordando a su tía Paquera con los ‘Tientos del Querer’, que compusiera Antonio Gallardo, para seguir como si nada con unas alegrías donde Carlos Grilo, Diego Montoya y Manuel Salado pusieron el tacómetro a funcionar. Quien se pierda con estos palmeros, a los que anoche se sumó Juan Grande con la percusión, es que no sabe cantar y ni tiene ni ha tenido compás en su vida.

Con una clase magistral de cantes de levante, demostró que es un cantaor largo, larguísimo mejor dicho. Tarantas, mineras, tarantos, jaberas fueron cerrados con un abandolado fandango de Frasquito ‘Yerbabuena’ con el que puso colofón a este ramillete de cantes, antes de entrar en el terreno del cante de su tierra, la Soleá por Bulería, que dedico a su padre en el día de su onomástica “y a todos los Pacos y Pacas que estén hoy aquí”.

Por rondeñas, dejó en solitario a Manuel Valencia para darse un respiro. Grande Manuel y grande su toque, y ovación grande para él. El binomio que forma junto con Jesús Méndez va a ser, si Dios quiere, una de las grandes parejas del flamenco.

La hipotética segunda parte no pudo empezar mejor. Soniquete buleaero trajo tras de sí a Juan Moneo ‘El Torta, artista invitado de la noche,  para vivir uno de los momentos de la noche como pueden ver en el video de esta noticia, y que engarzó con unos tangos de corte clásico y majestuosos. Por siguiriyas, tiró para su casa. Marrurro, Chocolate y Terremoto, casi nada y por fandangos, que dedicó a su madre, llegó las letras de Plácido González y de Almendro y Gloria.

El colofón de la noche, el cierre, no podía venir con otro cante que no fuera la bulería. Un ramillete de bulerías cortas made in Méndez, fueron rematadas con compases de ‘La Salvaora’ de Caracol y de letras que Manuela Méndez ‘La Chati’ paseo por todo el mundo, con las que levantó al público de sus asientos, obligando a Jesús Méndez a hacer un bis en el que quiso que participara Juan Moneo ‘El Torta’ del que casi nadie se libró de hacer un patita por bulerías.

Quien no fue se lo perdió.