Sanlúcar se inventó un Domingo de Ramos

La verdad es que llevamos un verano de lo más movido a nivel cofrade, gracias entre otras cosas al legado que en forma de 'Año de la Fe' nos dejó el papa Benedicto; un legado que las cofradías andaluzas, cada una a su forma y manera, han aprovechado para poner en la calle a sus titulares siguiendo unos motivos u otros, lo que en resumidas cuentas, nos está permitiendo conocer diferentes formas y rincones, de esos que en Semana Santa nos suelen quedar demasiado lejos.

Y al hilo de esto, este pasado sábado tocó marchar a Sanlúcar de Barrameda, donde la Hermandad de la 'Burrita' celebró sus cincuenta años establecida en la parroquia del Arcángel San Miguel, viviendo una misa de campaña en la zona conocida como 'El Palomar', presidida por su imagen dolorosa, Nuestra Señora de la Victoria, desplazada a tal fin bajo su palio rojo de cada Domingo de Ramos.

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Un acierto, por todo lo que estas cosas suelen conllevar de unión entre las cofradías y sus vecinos, y un acierto también, por la cantidad de público que se hizo presente durante toda la noche en torno a la hermandad. Siempre es agradable ir a Sanlúcar un sábado por la noche, pero si además contamos con este aliciente, pues ya me dirán ustedes..

Asi, y tras que la misa comenzase sobre las ocho de la tarde, tras la misma comenzó el regreso de la Virgen a su templo, un regreso que recorrió lo más íntimo del Barrio Alto, pasando, obviamente, por la Basílica de la Patrona de la Caridad, quizás en uno de los momentos de mayor concentración de personas junto al palio. Tanto es así, que hubo momentos en los que avanzar fue realmente complicado, lo que motivó que la recogida se demorase un poco en relación al horario previsto, verificándose ésta en torno a las dos de la madrugada, eso si, bien acompañada la Señora por los suyos, y a los magníficos sones, siempre, de la Banda 'Maestro Dueñas', un seguro de vida para todas estas cosas.

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De hecho, y por aquello de los detalles, que siempre se agradecen, en uno de los últimos instantes de la procesión, sonó 'Esperanza de la Yedra', un hermoso homenaje a todo lo que aún resta por vivirse en La Plazuela, a partir de la semana que viene.

Lo dicho, una procesión preciosa, y llena de matices, que sin duda y ya por siempre, nos hará viajar hasta Sanlúcar cada año, cuando el Domingo de Ramos vuelva a llamar a la puerta de nuestras almas.

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Enhorabuena.

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