Siempre nos quedará la Virgen del Carmen..

Dicen los que tienen ya algunos años, que la procesión de la Virgen del Carmen de la actualidad, no es la que ellos conocieron en sus tiempos de juventud. Ahora hay menos gente en la fila, y en la calle, la que hay, es itinerante. No ve pasar a la Virgen, sino que la acompaña durante todo el recorrido. Algo de cierto habrá en todo eso, seguramente motivado por la lógica evolución de los tiempos.

De todas formas, y por encima de consideraciones que tampoco van más allá de la típica tertulia de todos los años por estas fechas, lo cierto y verdad es que el 16 de julio es el 16 de julio, con todo lo que ello significa a niveles devocionales y populares.

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Una fecha para una Virgen, y una Virgen para una fecha, encerrando ambas toda la esencia del pueblo andaluz, que es casi como decir, de lo más íntimo y profundo del alma de este país. Carmen. No hace falta decir nada más. Un nombre que encierra misterios y embrujos, y fuerza, y pasión, y verdad. Carmen. El nombre de la Virgen. El nombre de España. El nombre al que muchos se encomendaron durante la procesión de la 'Reina de los Mares', buscando ese rayo de luz que atisbe futuros mejores..

Y por cierto, para el recuerdo, varios detalles, como siempre: la interpretación de 'Virgen del Valle' a la salida, en memoria de los frailes que ya nos dejaron; el Niño vestido de verde, en un claro guiño a la Coronación de la Esperanza de La Yedra; la presencia de 'Rodri' un año más junto a Miguel y a su equipo.. y la Banda del Maestro Tejera, como todos los años, regalándonos más de una y más de dos 'chicotás' a paso de tambor.. ¿Habrá algo más clásico que eso?

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Lo dicho; una magnífica festividad de la Virgen del Carmen, a la altura de lo que la Virgen merece.

Enhorabuena.

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Fotos: Esteban Pérez y Fernando Morales

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