Todo acabó a las diez y media

Después de un Rocío tan raro, frío y hasta feo como el que estamos a punto de terminar de vivir, lo normal es que la procesión de la Virgen fuese ese rayo de luz que todos buscamos cuando acudimos a la romería de La Rocina. No fue así. La procesión de 2013 fue como todo lo demás. Fría, distante, opaca, y a ratos, hasta fea. Como dicen el Almonte -donde no gustará mucho esta crónica- será "..porque la Virgen quiere.."

Publicidad

Y es que son inexplicables muchas de las cosas que han ocurrido esta pasada noche. Inexplicable sacar a la Virgen a las tres y media, con cinco grados de temperatura en el exterior, aunque eso ya forma parte de la tradición de Canal Sur, y eso no se perdona.. inexplicable el hecho de correr con la Señora como no se recuerda por El Rocío, provocando que los Simpecados que viven lejos del Santuario hayan pasado una noche infernal.. inexplicable que la Reina de Las Marismas se recoja en su templo sin que suenen las campanas que presiden la 'Madre'.

Publicidad

Muchas cosas inexplicables, y si quieren, hasta absurdas. ¿Qué le vamos a hacer? Almonte manda.. y el que no quiera, que se quede en casa. Mal asunto..

Publicidad

En fin. Nos gustaría contar otras cosas. No podemos. ¿La Virgen? Ella es la única que da sentido a todo, aunque para eso no hacen falta procesiones. Y mucho menos, procesiones como esta que acabamos de vivir, ciertamente extraña.

Publicidad

Lo dicho. El remate que tocaba en esta romería.