La 'Cal Viva' hace hervir al Villamarta

El tercer estreno absoluto que acoge el Festival de Jerez de este año sobre las tablas del Teatro Villamarta, llegó en la noche de ayer de la mano de la bailaora jerezana María del Mar Moreno con una ‘Cal Viva’ que puso a revienta calderas el coliseo jerezano.

Encabezando la compañía Jerez Puro, la bailaora jerezana rendía con este espectáculo un homenaje a las mujeres que han marcado su vida para lo que, diez años después estrenaran en el año 2003 ‘Septiembre’ en la gala inaugural del Festival de aquél año, puso de nuevo su confianza en Ramón Parejo como director escenográfico y, de la mano, ir recorriendo distintos pasajes en los que las mujeres del campo, Tía Anica ‘La Piriñaca’, Lola Flores o la Carmen de Merimee fueron los protagonistas.

Bajo la tenebrosidad de los colores oscuros, reinantes durante todo el espectáculo, María del Mar Moreno es capaz de focalizar toda la expectación sobre su baile que, según sea el momento, viene precedido por forillos introductorios que dan pie al inicio de cada secuencia.

Para el primero de ellos, los aperos de labranza y una imagen de labor de mujeres del campo son elementos suficientes para entender los reproches de María Duarte ante la decisión de abandonar las labores agrícolas en pro de un mejor futuro. Respondidas por unas tonás de La Macanita - que ejercía como artista invitada - se da inicio del ‘cante innombrable’ (la pete...) que llega de la voz de Antonio Malena. Con fuerza y garra, atada por la cintura por los arreos, se va soltando de las ataduras para comenzar una andadura que termina con un baile por serranas donde el Tolo y José de los Camarones tratan de meterla en razón y que terminan al compás unos tangos de desistimiento.

La segunda secuencia viene con un formato más vanguardista, la aparición de parte del cuerpo de atrás golpeando la tapa de unos bidones negros al compás de solea, sostienen un mano a mano entre David Carpio y Antonio Malena a la que se incorpora La Macanita quien, tras no dejarla participar del momento, rompe por siguiriyas el encuentro y, cantándole a un forillo donde está presente Tía Anica ‘La Piriñaca’, dan paso a unos versos que de la propia voz de María del Mar Moreno son preludio de un temperamental baile, como lo era el cante de Tía Anica, donde Antonio Malena y David Carpio cargan con letras de desamor la escena.

Pidiéndole a Dios salud y libertad la voz en off inconfundible de Lola Flores, sin cambiar de formato, el baile y el cante más jerezano se hizo presente en el mejor momento de la noche. Como a ella le gustaba, por soleá, y tras finalizar el poema ‘estoy muerta de amor, señor’, María del Mar Moreno dió rienda suelta a toda una lección de baile de esta tierra jerezana a la que el cante y el toque no se le quedaron detrás. Temperamental como ella sola, una vez más centraba los ojos de los espectadores en su baile y solo su baile, con el que se llevó el reconocimiento del personal.

La última escena, la más arriesgada, ponía en liza la mezcla de la lírica con el flamenco. Apuesta arriesgada siempre que, si no se trata bien, es capaz de llevar al traste cualquier trabajo anterior por muy bueno que este fuere. En esta ocasión, fusionó la habanera más conocida de la obra Carmen de Mérimée con el cante por Soleá por Bulerías y unos ramalazos de Canasteras. La lucha por el amor dividido de una bailaora, que se debatía entre los franceses y los bandoleros, acaba con esta apresada y ejecutada poniendo así el punto y final a un estreno que nos dejó muy buen sabor de boca.

David Montes
@Flamencomania

Fotografías: Javier Fergo

Video: Festival de Jerez TV