Cantes de pizarra en Villavicencio

El Palacio de Villavicencio acogió ayer una cita con un sabor añejo  y trianero impresionante. Acompañados por Dani de Morón, que estuvo sencillamente sublime, Antonio Márquez ‘El Zapatero’ y Antonio Ruíz ‘El Carpintero’ nos devolvieron a aquellos tiempos de los discos de pizarra con los cantes más añejos de Triana y Morón, haciéndonos pasar uno de los mejores momentos de lo que se han vivido en este Festival de Jerez que, de momento, está teniendo más toque y cante que baile.

Nerviosos como dos niños pequeños, aun cuando suman entre los dos más de ciento cincuenta años, cedieron el primer turno a Dani de Morón para que nos metiera el cuerpo de faena con una preciosa minera de su último disco ‘Cambio de Sentido’, mostrando que tiene un arco musical impresionante y que es capaz de cambiar de registros de una forma extraordinaria.

Explicando cada uno los cantes que se iban a ejecutar, fueron replicándose uno a otro en alternos turnos donde, el primero en abrir plaza fue ‘El Carpintero’, que nos trajo los tangos de Joselero para los que Dani de Morón se transformó, directamente, en Diego del Gastor. Le respondió  con una Solea el Zapatero, con la que fue calentando una voz inicialmente rozada poco a poco y que, yendo de menos a más, cogió del brazo a Tomás Pavón y remató por la Moreno. Solo tiene ochenta y dos años, y se peleó con el cante como un gato panza arriba.

Como anunciara en la rueda de prensa, ‘El Carpintero’ se atrevió a recordar la alboreá que, a su paisano Joselero de Morón, consiguiera grabarle su cuñado Diego del Gastor y fue, de la mano de las facetas clásicas que le marcaba el tocaor, desgranando estos cantes ceremoniales de los gitanos, que acabó abrochando con los compases de Utrera y aquello del “tápame, tápame que tengo frío”.
Vivencias no iban a faltar en la cita, y siendo Antonio Márquez el zapatero de la calle pureza de toda la vida, la Soleá de Triana tenía que tener su hueco. Y lo tuvo, vaya que si lo tuvo. No se dejó ningún rincón del Zurraque por mirar. Por Alcalá le respondió el Carpintero, con otra soleá, en la que también tuvo tiempo de pasearla con los estilos jerezanos de Manuel Torre. Dos malagueñas, del Mellizo, por parte del Zapatero fueron sucedidas por unas siguiriyas donde Juan Talega, El Nitri y Manuel Torre fueron los protagonistas.

Para poner punto y final, el Zapatero, siguió con su particular pelea contra los elementos y se metió en la Soleá Grande de Triana o Soleá Apolá que grabara Pepe de la Matrona. Genio y figura hasta el último de los días que provocaron que tuvieran que hacer un bis por Tonás los dos artistas y que cerraron ‘a la limón’ reclamando “el toque de silencio”.

David Montes
@Flamencomania

Fotografias: Javier Fergo
Video: Ayuntamiento de Jerez