El Palacio se llena de Plazuela

Dos años han pasado desde la última vez que David Carpio cantaba en el mismo sitio, el Palacio de Villavicencio, y no quiso dejar pasar la ocasión para recordar a quien le acompañara con la guitarra ese día: Moraíto, a quién le dedicó se su actuación después de presentarse, ante un público expectante, con el cante de las canastas.

Escoltado magistralmente por la guitarra de Manuel Valencia, una autentica primera división ya en el toque de acompañamiento, David Carpio se sumergió en la diosa del cante, la soleá, donde Alcalá y Juaniquí estuvieron muy presentes, ligando los tercios con soltura llegando a los remates con fuerza y aire. Prosiguió por Malagueñas, que fue su tercer cante y, pidiéndole a “esa mujer que ría” recordó la malagueña de Diego ‘El Perote’ que remató con la letra de “ni quien se acuerde de mi” de Concha de Peñaranda, interpretadas ambas rozando la perfección.

Reclamando la presencia de Carlos Grilo y Chicharito, que actuaban de palmeros en la cita, se metió dentro del mundo de las cantiñas donde aguantó el tirón que le exigía el cante sin enmendarse y cerrando el macho peleándolo hasta el final. Tarantos y unas siguiriyas agujeteras a mas no poder, fueron antesala de la bulería donde la Plazuela se hizo dueña y señora del salón, acordándose de Moraíto en una de sus letras e intercalando fandangos dentro de los compases que le marcaba la enorme guitarra de Manuel Valencia.

David Montes
@Flamencomania

Fotografías: Javier Fergo
Video: Festival de Jerez TV