Procesionando por el viejo Jerez

Este domingo ha tenido lugar la procesión del Patrón San Blas organizada y convocada por la Hermandad del Desconsuelo, una procesión que este año, de nuevo encaminaba su itinerario a la parte más íntima del barrio de San Mateo, esto es, a calles como Liebre o Juana de Dios Lacoste, calles absolutamente desoladas y dejadas de la mano de Dios.

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Y es que eso es lo que nos encontramos al paso de la comitiva: pavimentos en mal estado, fachadas asquerosas, cables por todas partes, la mayoría de ellos ilegales, mierdas de perro a centenas, y una sensación de tristeza y soledad, que incluso nos transmitieron los cofrades más veteranos de la hermandad, aquellos que nostálgicos quisieron compartir sus recuerdos de cuando por todas partes había vecinos orgullosos de su calle, y establecimientos que daban vida a la zona, y alegría en los rostros de la mozuelas, y vigor en los niños que jugaban a ser honbres.

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Todo eso nos rescató de nuevo el Señor San Blas a su paso por su viejo barrio, el santo que caminó a hombros de sus rojinegros hermanos, aquel que con cordón y rosquillas gritó de nuevo con fuerza la solera de una cofradía grande, que acertó con muchas de las propuestas que nos hizo, algo que tampoco sorprende tratándose de la hermandad que es. Todo en su justa medida. Enhorabuena.

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