A Luis de la Pica, in memoriam

Ya no te vemos por ahí. Ni en Santiago ni en La Plazuela. Ya no te vemos, Luis. Hace dieciocho años que te marchaste. Dieciocho años junto al hermano que tenías en el cielo, en un jardín de nubes blancas y flores de terciopelo. Dieciocho años viendo como se visten las noches de corinto desde ahí arriba.

Cuánto nos gustaría que volvieras de nuevo tarde a casa. Para nosotros eras mucho más que un poco de nada. En Santiago, la tarde sigue perfumándose con los aromas que nos trae el aire de tú recuerdo, de tus camisas largas, de tú blanca barba, de tú forma tan singular de marcarle el pulso al compás. Hoy, la agenda me recordaba que hace cinco años que vinimos al mundo. Hoy, esa misma agenda, me recordaba que hace dieciocho años que te marchaste. Las casualidades no existen. Todo pasa por algo.

Pararse a pensar que hace tanto tiempo que ya no estás aquí da escalofríos. Flamencomanía y tú marcha estarán unidos para siempre. Como decía y dice tu amigo Fernando de la Morenoa "ya nos veremos allí arriba cuando Dios quiera".

PD: Si ves al Torta, dale un abrazo de mi parte.

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