El buenismo no es más que el racismo disfrazado de superioridad
moral. Mucha gente comete el error de creer que detrás de un
buenista hay una especie de sentimiento de culpa postcolonial o que
es gente que se sabe tan afortunada que se siente mal porque otros lo
pasan mal… no tiene nada que ver con esto. El buenista simplemente
se cree tan superior moral e intelectualmente, y ve tan inferiores a
todos los demás que cree que tiene la misión divina de proteger a
todos los que son inferiores a él. Básicamente, es como una especie
de Dios.
¿Cuál es el problema? Pues que el buenista es tan sumamente
egocéntrico y está tan pagado de sí mismo que en el fondo también
necesita exhibir esa superioridad.
¿Y cómo lo hace? Pues de una
forma bastante retorcida. Lo que hace el buenista para exhibir
superioridad es señalarse a sí mismo como el principal responsable
de todas las desgracias del mundo, dándose una importancia que no
tiene y admitiendo, falsamente, lo malo que es.
Pero no os creáis que su vanidad acaba aquí.
El buenista
necesita demostrar que él también es capaz de hacer el bien.
Necesita demostrar que está por encima del bien y del mal y que a
diferencia de muchos de sus congéneres de la gente de su propia
cultura, de su propio entorno, él sí que es consciente de los
sufrimientos del mundo y que él sí quiere hacer algo para
arreglarlos; y de hecho, por eso, os habréis fijado que los
buenistas se pasan el día señalando a los que también son
responsables del mal que hay en la tierra como ellos, pero a
diferencia de ellos, no hacen nada para evitarlo. De este modo,
haciendo ver que se sienten culpables pero a su vez, señalando, a
los de su propia especie por sus pecados, puede demostrar que está
por encima del bien y del mal.
Fijaos en el proceso mental de un buenista, cuando discutís con
él. Por ejemplo:
Si habláis de los musulmanes, enseguida se le llena la boca
diciendo que los musulmanes tienen todo el derecho del mundo a
reivindicar su cultura, sus tradiciones e incluso, algunos, dicen
que tienen derecho a reivindicar vivir en guetos; en cambio, si tú
haces lo mismo, si en esa discusión le dices que quieres proteger tu
cultura y que te gustaría proteger tus tradiciones, en seguida, el
buenista te llama facha, te llama supremacista o directamente se ríe
de ti. Y todo porque creen que los demás son inferiores y que su
obligación es protegerles de gente como tú; es decir, de gente como
ellos, pero que hacen ostentación de esa superioridad. Ellos,
símplemente, quieren que no se haga ostentación de esa
superioridad, al menos en público.
Una característica muy general en todo buenista es que es el ser
más endogámico que os podéis echar a la cara. Se le llena la boca
hablando de multiculturalismo, de diversidad pero luego, a la hora de
la verdad, es un auténtico intolerante con la diversidad que más
importa: la diversidad de opiniones.
Por ejemplo, te dice que es tu obligación moral convivir con
millones de inmigrantes de todo el mundo pero a la hora de la verdad
– y lo vais a ver cuando discutáis con ellos- son completamente
incapaces de convivir con gente de su propia cultura. Es decir,
pretenden que pueden convivir con un afgano pero ellos mismos no
pueden convivir con alguien que ha nacido en su país, que ha
recibido, más o menos, su misma educación, sus mismos valores y
que ha crecido en el mismo entorno.
Otra característica del buenista es que no le gusta nada hablar
de la opresión y de las barbaridades que se cometen en otras
culturas. Por ejemplo, en las sociedades islámicas. ¿Por qué no
les gusta hablar de esto? El motivo es también bastante retorcido ya
que, en el fondo, esto le recuerda que todo ese lloriqueo, que todas
esas quejas y que todo ese señalamiento de las impurezas en su
propia cultura no tienen ningún sentido. En el fondo esto les quita
su razón de ser. Si hay culturas que cometen barbaridades, significa
que la mía no es tan mala, con lo cual, no tiene ningún sentido que
yo esté aquí señalando a todo 'kiski'.
Este tema sería de risa si no fuera porque la inmensa mayoría de
nuestros políticos sufren de este buenismo, sobre todo en los
últimos años. ¿Cuál es el problema de esto? Pues que a diferencia
de lo que ellos creen, el resto de culturas, para empezar, ni son
inferiores, ni son más débiles; en todo caso, a lo mejor, son más
liberticidas, pero no son inferiores, no son más tontas, de hecho,
el resto de culturas conocen perfectamente esta debilidad buenista
de occidente y se aprovechan de ella todo lo que pueden. Les basta
con decir las palabras mágicas: que somos racistas, que somos
supremacistas, que somos imperialistas, colonizadores, opresores, en
definitiva, les basta con utilizar las mismas armas que usan los
buenistas contra su propia cultura para para hacer que estos
buenistas sientan que pueden seguir con su misión divina.
¿Y cuál
es su misión divina? Darles a estas otras culturas todo lo que
piden. Esto te demuestra que estas culturas no son inferiores,
símplemente pueden ser más totalitarias, más liberticidas –
seguramente por eso no han progresado en derechos humanos, en
tecnología y en todo lo demás al mismo ritmo, pero no son más
tontas; son seres humanos iguales que nosotros y, símplemente, se
están aprovechando de esta vanidad en definitiva, de los buenistas
occidentales.
Texto transcrito del video de: @alonso_dm de su canal de YOUTUBE