Memole, me mola

Todos tenemos en nuestro interior una historia musical. En nuestra cabeza, existe una discoteca que tarareamos por muchos años que pasen, así como los recuerdos que nos devuelve la memoria están indisolublemente asociado a la música. Díganme si miento que cada recuerdo que tienen ustedes no tiene asociado una canción determinada para el. Por eso, porque nos devolvieron un ayer actualizado en la Sala Paúl, fue un gustazo ver como Melchora Ortega no es sólo una ejecutante de canciones sino que, capaz de realizar otras funciones interpretativas, nos desempolvaron el baúl de los recuerdos de mil y una historias a través de su música.

La cantaora jerezana nos dijo en la rueda de prensa que iba a rendir pleitesía a los que han sido sus ídolos. La música que escuchaba en su casa de pequeña, cuando aún no era Melchora sino Memole, la que la la ha fraguado como artista, esa que le hizo iniciar un día camino que le ha llevado a dedicarse profesionalmente al difícil mundo del arte hoy en día. Y de su mano, composiciones inmortales de Bambino, Lola Flores, María Jiménez, Imperio Argentina, Mariana Cornejo o Marifé de Triana, sin olvidarnos del flamenco, fueron los protagonistas.

No todos los cantaores flamencos tienen la capacidad polifacética que demostró anoche Melchora (Memole) Ortega. No es fácil dar vida a temas que han marcado la historia de la música de muchos españoles. Arreglar maravillosamente 'Reírse' de Bambino, hacer un guiño genial al vino de Jerez con la 'España Cañí' de Lola Flores, aguajirar los 'Golpes de Pecho' de María Jiménez, sacarnos la lágrima con el tempo lento y pausado de 'Payaso', no es tarea fácil. Y más si esos no eran los platos fuertes de la noche.

Acompañada por David Lagos e Isabel Bayón como artistas invitados. Ambos supieron captar lo que quería Paco López, director y alma mater del espectáculo, para Melchora Ortega. Cantaron, recitaron, bailaron, fueron cómplices del combo flamenco e hicieron todo cuanto estuvo en su mano para que todo saliera redondo. Personalmente, nos sorprendió el cambio de registro de Isabel Bayón, que no sólo presentó en varios idiomas el inicio de este cabaret, sino que se atrevió a cantar las primeras estrofas del bolero ‘Si tú supieras’, dejó el perfume de su baile por siguiriyas y ejerció de una pseudo maestra de ceremonias magnífica. 

Con David Lagos llegaron los momentos más románticos de la noche a dúo con Melchora/Memole. ¿Quién mejor que él para cantarle al oido el tema ‘Lloro por tí’ de Amina? Nadie. Eso es así. Y lo mismo que tenía un registro, se iba al contrario con un popurrí musical donde nunca ha tenido una lejía mas sietes en la vida o se le ha llorado con más compás a la Triana de Imperio Argentina, para volver a hacer a duo con su esposa y volverla a enamorar con la Limosna de Amores de La Faraona.

Este espectáculo es divertido y ameno, es un soplo de aire fresco dentro de tanta vanguardia al traernos una mirada renovada del pasado sin alterarlo en sus formas. Es un espectáculo donde los que más disfrutan son los propios artistas, y eso son capaces de transmitirlo a un público que disfrutó, y mucho, de cuanto se expuso. A la salida algunos nos preguntábamos por qué no existen actualmente salas de espectáculos de variedades como este, donde el buen gusto por la música y los arreglos, el guiño y la sonrisa y las ganas de agradar al público a través de la diversión personal con lo que se hace, tendrían cabida.

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