Regreso a la normalidad tras las vacaciones

Después del periodo navideño, llegaba el primer lunes de enero sin tener que pensar en festividades. La vuelta al colegio y al trabajo era lo más comentado por muchos jerezanos, que ahora añoraban el tiempo de descanso que les había permitido el trabajo. La palabra más repetida: pereza.

Si durante las últimas dos semanas las redes sociales habían acogido fotos de zambombas y regalos, en la noche del 8 de enero éstas se llenaron de melancolía por las fechas pasadas. Tocaba volver a las labores rutinarias en ciudades que quizás estaban lejos del hogar familiar.

Los universitarios son los que más se mueven en estas fechas. El periodo vacacional que permiten las facultades españolas es parecido al de los colegios y eso da pie a que muchos estudiantes vuelvan a pasar las vacaciones con su familia.

Asimismo, el hecho de que el día 6 de enero, cuando se celebra la noche de los Reyes Magos en España, cayera en viernes ha permitido a los que estudian en la universidad pasar dicha jornada con sus seres más queridos sin tener que salir con los regalos casi sin desenvolver. Eso sí, justo antes de encarar un periodo de exámenes que se antoja complicado. De las zambombas y las discotecas, toca pasar al silencio de la biblioteca.

Sin embargo, hay quien lleva estos periodos vacacionales peor. Por ejemplo, los padres trabajadores tienen que buscar alguien que se quede con los niños. Menos mal que existen los abuelos. 

Pero, los que peor llevan los periodos con vacaciones, sin duda, son los autónomos. Difícil es que un asociado a la ATA pida más días festivos. La mayoría prefiere la actividad. Con las pocas prestaciones sociales que reciben, su tiempo es, en este caso de forma literal, oro. No obstante, por pedir que no quede, ya sea a Papá Noel, al año nuevo o a los Reyes Magos.

Con motivo del retorno de muchas personas, incluso Renfe ha movido ficha y ha incrementado el número de trenes de larga y media distancia. Hubo también quien optó por el autobús o por compartir los gastos de un coche. 

Esta vez enero dio un fin de semana de aclimatación, pero volver a la rutina sigue costando. Comienza la cuesta de enero.