Jerezano por el mundo

Está claro que no nació para pasar largas temporadas en un mismo sitio, que necesitaba moverse como un pájaro, cambiando de aires periódicamente. Está claro que Jerez se le quedó pequeño apenas salir de la adolescencia. Bromea con las etiquetas que le cuelgan sus amigos y familia: “Willy Fog o culo inquieto es lo menos que me han llamado”.

A sus 38 años, Beltrán Rodríguez, natural de Jerez en 1978, es un guía de rutas turísticas muy experimentado. Con algo más de veinte años se marchó a Inglaterrra. Poco después las oportunidades profesionales le llevarían a los Pirineos, majestuoso enclave donde trabajó en estaciones de esquí como Panticosa. Entre tanto, estableció contactos con empresas del sector viajes, comenzando a trabajar por diferentes países de Europa. A partir de ahí, el salto y a recorrer medio mundo.

Costa Rica, Panamá, Cuba (isla que recorrió en bicicleta), Kenya, Tanzania, Uganda, Indonesia o Filipinas son destinos ya conocidos por Beltrán Rodríguez. Este jerezano trotamundos no esconde su pasión por los viajes, por conocer los destinos, sus costumbres, sus gentes y, lo más importante, trasladar ese entusiasmo a sus grupos.

Una de las virtudes profesionales de Beltrán es su adaptabilidad. Actualmente trabaja como guía para una empresa multinacional, en una serie de viajes y rutas para público de Hispanoamérica por Europa y Marruecos. Pero con anterioridad fueron el senderismo y el trekking los que le llevaron por otros destinos de Europa hasta saltar a Asia.

“Soy guía acompañante de grupos organizados. Mi labor consiste en coordinar el programa previsto para cada jornada, tratando de que haya armonía entre sus miembros, enseñándoles los lugares de interés, sea de montaña, ciudades, islas…”.

La clave para permanecer en esta profesión es, como en casi todas, evolucionar y formarse. Motivo este que le empujó a hacerse buceador, lo que vale actualmente para trabajar en Tailandia como guía también en agua. Un  destino que le parece literalmente ‘de película’.

“Es mi tercera temporada en Tailandia. Llevo grupos de dos a diez personas, en barca, por la zona Sur del país, como Krabi o las Phi Phi Island, donde se rodó la película ‘La Playa’ con Leonardo Di Caprio”.

Ser guía acompañante entraña una responsabilidad profesional, de la que depende que un viaje se convierta o no en una experiencia. Un cometido no exento de habilidades, como la sociabilidad, y con un claro objetivo: la diversión y satisfacción del grupo de viajeros: “Trabajar bien como guía es conseguir que tu grupo disfrute y recuerde ese viaje para toda su vida”.

Hoy aquí, mañana allí, pasado ¿quién sabe? Hace unos días en Jerez, hace un mes en Bolonia y a estas horas en Tailandia, ya se marca como próximos retos Japón o la paradisíaca Micronesia, con las Fidji o Bora Bora.