Al fin se ha consumado la farsa. Después de más de trescientos días sin
gobierno, al fin el Partido que en otro tiempo fue denominado Socialista, con
su abstención ha logrado que Mariano Rajoy sea investido presidente.
El periplo no ha sido fácil para lograr lo deseado desde el primer
momento por un sector, poderoso y apoyado por los poderes fácticos, de dar el
poder a la derecha mas reaccionaria. En este trayecto se ha consumado, también,
la rotura del Partido que debía ser Socialista. Por un lado se han hecho con el
poder una parte que, contradiciendo el mandato de las bases había elegido a una
persona, y le había encargado su dirección. Pocas veces hemos asistido a una lucha
fratricida tan clara como ésta.
Se ha consumado lo que se ha pretendido desde el principio, el eliminar
de la escena política al que fuera secretario general, Pedro Sánchez, el cual,
por coherencia política, se ha visto obligado a entregar el acta de diputado
para no votar una abstención en la que no creía y ha luchado por que no se
produjera. Era la única salida.
Se ha consumado la creación de un
nuevo mártir de la política. De cara a unas posibles elecciones primarias
dentro del Partido, necesarias para el Congreso extraordinario que acabe con la
situación de interinidad de la Gestora, el diputado dimisionario, Pedro
Sánchez, tiene una parte del camino, muy importante ya andada. El caso es que
le dejen el camino, o tal vez le impidan que inicie la andadura desde el
comienzo.
Se ha consumado la frustración de una parte muy importante de la
sociedad, que ha visto como se ha elegido presidente a alguien que no tenía los
votos suficientes. No olvidemos que España tiene un sistema de votación
parlamentario. Se eligen a los representantes en el parlamento. No se elige al
presidente, vía voto directo. Y en el parlamento hay mas diputados y diputadas
de izquierdas que de derechas. No lo olvidemos. O al menos así se presentaron
ante el electorado.
Se ha consumado la coacción a unas personas elegidas por el pueblo,
libremente. Las reglas de un partido no pueden estar por encima de la
Constitución, y esta reconoce y ampara la libertad de voto de los
parlamentarios, que será libre e indelegable. ¿Dónde queda la libertad? No me refiero
a la libertad de conciencia, sino, simplemente a la libertad de pensamiento y
de decisión.
Se ha consumado, tras un discurso en el que el candidato ha dejado
meridianamente claro que no va a dar marcha atrás en sus políticas, como el
Partido que debería ser Socialista, a pesar de ello, se ha entregado en sus
manos.
Se ha consumado, a pesar de las protestas de algunos miembros de dicho
Partido mal llamado Socialista, que no van a ser oposición, dejando ésta en
manos del otro grupo de izquierdas, cuyo fin era anularlo. El candidato, en un
discurso muy claro, ha dicho que no vengan con tonterías, que los presupuestos
hay que aprobarlos, y si le han dado un cheque en blanco, lo va a cobrar.
Se ha consumado, en fin, el bipartidismo. Harán faltas muchos años, y el
nacimiento de nuevos políticos, de todas la ideologías, para que algunas
heridas se cierren.
Se ha constatado, algo que ya hemos apuntado en alguna otra ocasión, la
falta de inteligencia, la falta de altura política, y la falta de auténticos
estadistas. Nos queda por delante una legislatura, mas o menos larga, (creo que
será larga por falta de oposición) en la que lo mas llamativo va a ser la
mediocridad. Espero equivocarme.