Perfume de castañas

“El final del verano llegó y tú partirás…”. Es lo que ansiábamos cantar, hasta hace muy poco, tras el calor sofocante que nos ha acompañado en el verano más caliente de las últimas décadas.

Se fue el verano de 2016, cambió la estación y ya se acerca el cambio horario, que es el lo que realmente nos sitúa en el otoño. Tras un discreto ‘veranillo de los membrillos’, la playa queda lejos. No cabe duda de que la ciudad y la rutina ya mandan en nuestro día a día.

Y ¿cómo no? Al toparnos con la característica olla echando humo en la esquina de Santo Domingo, en Cristina, o junto a alguna de las ‘tropecientas’ rotondas que hay en Jerez, notamos un olor característico que recorre el aire ¡Ya están aquí las castañas!  El olor a castañas ‘calentitas’ es uno de esos perfumes insustituibles del otoño-invierno, señal de que la manga larga viene para quedarse.

Pero ¿conocemos las bondades de este característico y entrañable fruto?

Al referirnos a los aportes de la castaña es conveniente resaltar que se trata de un fruto seco muy rico en nutrientes. Contiene hidratos de carbono, como también fibra y hasta vitaminas del grupo B. La apropiadas para combatir el estreñimiento o los estados apáticos o melancólicos.

Al fruto del castaño, que contiene magnesio, fósforo, hierro y potasio, se le atribuyen propiedades vasculares, reconstituyentes y antiinflamatorias.

Por cierto, que la calidad de la castaña recogida en Andalucía durante la recién terminada campaña, según desde la organización agraria Asaja, es excepcional, con total ausencia de hongos y gusanos, y muy buen sabor. El precio pagado a los agricultores el fin de semana del puente del Pilar fue de 2 €/kg.

Las últimas lluvias del mes de septiembre han aumentado el peso de la castaña, han refrescado los árboles, han hidratado los erizos retrasando la caída de estos y, por tanto, el desarrollo de la cosecha, que inicialmente se preveía corta. Ello ha motivado la tardanza de este año para la colocación de puestos de castañas asadas.

Y dicho esto, comienza la cuenta atrás para la cada vez más desconocida fiesta de los Tosantos, y más como Halloween, a mi gusto una horterada que no tiene que ver con nuestra tierra.