Infancias traumatizadas por la publicidad

El pasado mes de agosto apareció en el muro de Facebook de Antena 3 un comentario acerca del anuncio de la película “Nunca apagues la luz”. En él, una madre contaba su desesperación al ver que desde la emisión de este spot dentro del horario protegido en televisión (de 06:00 a 22:00) su hija empezó a tenerle miedo a la oscuridad y se encontraba incapaz de ir sola a ningún sitio. La publicación tuvo una gran acogida secundada por otros padres que veían como sus hijos no podían siquiera escuchar la nana que sonaba de fondo en el anuncio. A pesar de la polémica surgida, el anuncio desapareció de la emisión armando apenas ruido, pero se reabrió el debate sobre si estos contenidos pueden ser verdaderamente perjudiciales para la infancia o son solo exageradas preocupaciones de padres sobreproteccionistas.

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Si nos atenemos a lo estrictamente legal, La Ley de Televisión Sin Fronteras (encargada de regular los contenidos que se emiten en las televisiones de la Unión Europea) deja claro que “debería restringirse al horario adulto de emisión aquellos anuncios no dirigidos al público menor de edad”. Si además estamos hablando de que el anuncio se mostró en verano, se debe tener especial cuidado con lo que se emite por esas fechas. A pesar de la existencia de órganos reguladores de contenidos en televisión tanto internos como externos, no es la primera vez (ni será la última) en la que se muestren anuncios o programas no aptos para la infancia en un horario en la que esta tiene más fácil acceso a la televisión. Aunque las multas por una emisión inadecuada sean abultadas, es algo que se pueden permitir los grandes medios de comunicación.

Puede que estemos de acuerdo en que constantemente encontramos en televisión imágenes traumatizantes o que enseñan valores peligrosos para los niños, pero más extraño es que un contenido dirigido especialmente a la infancia pueda llegar a ser lesiva a esta, como puede ser el caso del anuncio de una chocolatina. Prácticamente todo el mundo conoce el huevo Kinder Sorpresa (excepto en Estados Unidos, donde está prohibida su venta), y no parecía mala idea que la agencia británica Lansdown Euro vinculara a uno de los personajes más conocidos de la literatura infantil británica con un producto que se asemeja en su forma y además está dirigido a los niños. La historia de Humpty Dumpty va sobre un huevo sentado al borde de un muro que se cae de espaldas y queda completamente destrozado. Si, aunque no lo parezca, es una historia rimada para niños escrita a principios del siglo XIX, pero no quitaba de que este anuncio de 1984 pudiera “suavizar” tan trágica historia. Craso Error. En el anuncio se mostró a un Humpty Dumpty hiperrealista (un huevo cubierto de piel) con una voz desagradable y una cara que me da miedo hasta a mí, que estoy escribiendo el artículo y no pienso verlo más de una vez.

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Y es que usar personajes queridos por el público infantil puede ser a veces una elección demasiado arriesgada. Los Pitufos son un símbolo tan reconocido de Bélgica como el Manneken Pis o el Atomium, y sabiendo esto Unicef dio donde más duele a los belgas para concienciar sobre la barbarie de las guerras que ignoramos cuando nos muestran imágenes cruentas en televisión. Poner a Los Pitufos bailando alegremente en círculo frente a una hoguera y que de repente aparezcan unos aviones lanzando bombas y abriendo fuego a la aldea es mucho más impactante que ver imágenes reales sobre la guerra, por dura que parezca esta afirmación. Fue tan duro ver este spot para los belgas que tuvieron que eliminar su emisión del horario infantil, y pudo ser peor porque se pensó incluir en el anuncio miembros amputados de Los Pitufos.

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Pero quizá lo más cruel que se le puede hacer a un niño es quitarle la ilusión. Las pasadas navidades, Paypal recibió numerosas críticas por parte de varios padres británicos que se quejaban de un anuncio en el que los niños protagonistas se cuestionaban si ese año iban a recibir regalos porque sus padres todavía no habían ido de compras. A pesar de las disculpas ofrecidas por un portavoz de la marca a todas aquellas personas que se podían haber molestado, el anuncio corrió la misma suerte que el anterior mencionado y fue transladada su emisión hasta la finalización del horario infantil. En este caso, el motivo no era otro que salvaguardar la ilusión de los niños que todavía creen en la figura de Papá Noel.

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