Ir al cine se ha convertido, al menos desde la percepción general, en algo extraordinario. Y la verdad es que así fue desde que la lámpara incandescente dio luz al primer proyector que se instaló en una sala, haciendo creer a los espectadores que las imágenes que estaban presenciando se iban a salir de la pantalla. Aunque lo de extraordinario cobra hoy día un sentido más literal. Y lo argumentan distintos factores, considerados como determinantes: la alternativa cómoda de sofá y ‘peli’ en casa, los precios de las entradas, de las chucherías o simple desidia. Lo cierto es que la poca asistencia y la desaparición de otras salas en Jerez completan un escenario, cuando menos, digno de lástima para los amantes del cine.
Los espacios o edificios que en su día concentraron la ilusión por ver la película de moda suponen hoy un riesgo debido al abandono, desaprovechamiento de recursos, además de pena y vergüenza.
Sentir esto es fácil si sabes lo que es guardar cola para ver una película taquillera en el Cine Jerezano, en el Delicias o el Luz Lealas. Durante décadas, antes de su cierre y posterior rehabilitación y reapertura, el Villamarta fue testigo de largas filas para ver los éxitos cinematográficos del momento, que incluso llegaban a rodear parte de la plaza del Teatro (también cine) y el edificio de Correos.
Pero el tiempo reservaba un cartel bien distinto para el cine en Jerez. Tras el cierre paulatino de los tradicionales en el centro, hace cerca de veinte años, llegó la inauguración de los primeros multicines, junto al novedoso ‘Continente’. Años más tarde, Ábaco Cines incrementaba la oferta con variedad de salas, calidad de proyección y, una vez más, integrado en un centro comercial, en Jerez Norte; al igual que poco después con la llegada de Yelmo Cines, en Área Sur. Curiosamente, las once salas de este último suponen en la actualidad la única opción para ir al cine en Jerez.
Entre tanto los inmuebles que acogieron tantas tardes y noches de diversión, emoción y entretenimiento son hoy, en el mejor de los casos, edificios fantasmas. No corrió la misma suerte el Cine Luz Lealas, para muchos, la mayor pantalla de la ciudad. En 2008 y tras años de cierre y abandono ofreció su última función. Fue pasto de las llamas y es, desde entonces, un triste solar. Muy cerca, lo que en su día fuera el Cine Riba, convertido primero en la Discoteca ‘Only Night’ y posteriormente en un edificio de viviendas con supermercado en la planta baja.
Pero ¿qué futuro les espera a los que aún se mantienen en pie? En otras ciudades algunas salas tradicionales, ubicadas en su zona céntrica, optaron por adaptar y reconvertir sus instalaciones en multicines u otros espacios culturales, diversificando la oferta y sin desaparecer del centro. En otros casos el intento resultó un fracaso. En Jerez, ni si quiera lo intentaron y pudo más el cerrojazo. Paradójicamente, la ciudad vivía intensamente una nueva transformación urbanística.
En 2012, el rodaje de ‘Miel de Naranjas’ devolvió algo de vida a uno de los cines emblemáticos en la ciudad: el Cine Jerezano y su entorno sirvieron de escenario para el rodaje. Numerosos curiosos no desperdiciaron la ocasión para hacerse la correspondiente foto e inmortalizar el recuerdo del legendario cine al que tantas veces fueron.
Es cierto que existen situaciones de alegría y satisfacción contagiosa, de predisposición a aflorar nuestras emociones, sin que suene un teléfono, el timbre de la casa ni nadie a quien se le antoje cambiar de canal. Concentrados en la gran pantalla, con un sonido espectacular que nos hace sentir ‘dentro de la película’. Es la magia del cine. Del de antes y del de ahora.
Se desconoce el futuro que aguarda a los viejos cines, cerrados a cal y canto, pero aún en pié. Jerez, considerada como la quinta ciudad de Andalucía, con más de 215.000 habitantes, ha servido en no pocas ocasiones como escenario para películas. De hecho, en repetidas ocasiones han etiquetado a nuestra ciudad como un lugar ‘de cine’. Y si quieres ir al cine, aquí en Jerez ¿a cuál vas? ¡pues al que queda! ¿no es para reflexionar?
(FOTOS: Archivo de José Luis jiménez)
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