Rey de Copas o el ave fénix de la baraja

Rey de Copas prepara el lanzamiento de su nuevo disco, Toca la vida. “Es una serie de canciones que proyectan sensaciones positivas”, según el cantante, compositor y alma del legendario grupo musical de Jerez. No tira la toalla en su lucha por los derechos de autor y royalties no recibidos ni reconocidos sobre las numerosas mezclas y versiones de Frontera del ensueño, tema con el llegaron a las primeras posiciones de las listas británicas especializadas. Pero Rey de Copas prefiere hablar de futuro y del nuevo trabajo, que espera lanzar en los próximos meses.

Imaginemos que hace unos instantes nos ha surgido una ocurrencia de la que creemos que deben ser participes cuantas más personas mejor. Esa idea nos está dando vueltas en la cabeza como un tío vivo. La ‘lavadora’ que llevamos sobre los hombros empieza a discernir entre los pros y los contras de la idea. Pero finalmente nos atrevemos y ponemos a ello. Esta maniobra puede durar minutos, horas, días, meses o años aunque, si no lo hemos contado, puede ser una creación ¿exclusivamente nuestra? Sólo hace falta escuchar el Surfin’ USA de The Beach Boys, grabado menos de un lustro después de que el irrepetible Chuck Berry creara Sweet Little Sixteen. Tal vez fue un plagio como una catedral o sencillamente se trata de una mera coincidencia de acordes, pero con diferentes letras, entre las dos composiciones, en distinto tiempo y lugar.

No es el caso de Frontera del Ensueño, grabada por el grupo musical jerezano Rey de Copas y publicada en 1989, dentro de su segundo disco Amores por bandera. Con este tema cruzaron el Atlántico hasta tierras británicas, donde consiguieron ser Nº2. Aquí, en España, no funcionó nada mal, llegando a Disco Rojo en Los 40 Principales y Nº1 y Disco del Año por el Diario Pop de Radio 3.

Frontera del ensueño, bulería de Jerez… frontera del ensueño, y en el ruedo, Rafael… ¿A que suena bien? Eso mismo pensó Fernando García Sánchez, compositor, cantante y líder de Rey de Copas cuando el tema empezó a escalar en popularidad. Y le sonó bien al productor de Soft Cell, Martin Goldsmith, y a Dave Ball, componente del grupo británico, hasta el punto de realizar tres mezclas diferentes de la original y lanzarlas en maxisingles de vinilo que sonaron en emisoras y locales de moda en Inglaterra.

Pasaron los años y Rey de Copas hizo un tercer disco, Reservado para la pasión (1993), que recientemente ha sido reeditado por el sello LollyPoP. Ése fue y es hasta ahora su último disco. En todo este tiempo, Fernando no ha dejado de tocar, componer, crear…, aunque el paréntesis de Rey de Copas se ha dilatado por más de veinte años. Entre tanto, su líder se ha dedicado más a su ocupación desde hace tantos años, como profesor.

Pero un buen día Fernando se percata de que aquella canción, que remezclaron los británicos y que alcanzó altas posiciones en las listas de éxitos del Reino Unido, sigue sonando. ¡Como para que no suene! En principio, el propio compositor descubre unas 500 direcciones de Internet, en las que se alojaban mezclas del tema que creó 25 años atrás. Y él sin saber nada y, lo más sangrante ¡sin percibir un céntimo de derechos de autor!
 

Frente a este escenario Fernando García empieza a moverse, a investigar, a reclamar, a exigir lo que como autor le corresponde. Y en esa batalla lleva desde hace más de dos años: discográfica, editorial, SGAE… Averigua que las versiones remezcladas y vendidas durante los últimos diez años, sólo en Europa, superan el medio millón de copias, y la estimación del total rebasa los 2,5 millones de copias vendidas. Y el Rey de Copas, sin oler ni un triste beneficio. “El camino es arduo… a esto le queda, pero no pienso dejarlo”, dice.

Podríamos etiquetar este caso como un ejercicio manifiesto de caradura, despropósitos, falta de escrúpulos o puro negocio por parte de responsables que aun no tienen nombre.

Y llegamos al presente: la historia de este músico y autor jerezano que, junto a su banda, bebieron en los 80 del siglo pasado en las fuentes de la popularidad gracias a su música, a sus discos, a sus conciertos, a sus canciones, tiene un nuevo capítulo. Durante agosto del año pasado, Fernando García – Rey de Copas (que nunca llegó a colgar las guitarras) ha terminado las mezclas de un nuevo trabajo que llevará un título más que prometedor: Toca la vida. Las 13 canciones que lo componen llevan su firma y “cada una muestra una experiencia, una forma diferente de tocar la vida, con dosis de ironía, pero con carácter positivo. Cada canción cuenta una película, en el lenguaje suspicaz y sugerente que siempre me gusta utilizar en mis temas”.

La grabación se ha realizado entre los estudios La muralla, La bodega (de JoseMa Pelayo, en Jerez) y los estudios PKO, en Madrid, con Caco Refojo. Este último, por cierto, es el único ingeniero de sonido en España que tiene un Grammy en el salón de su casa y ha sido nominado en dos ocasiones más.
Para Toca la vida Fernando se ha rodeado de músicos punteros: “es un pedazo de banda la que llevo, como el guitarrista Jorge Gómez ‘El alpargatero’ (habitual de la banda de Raimundo Amador), o Ignacio Cintado (bajista de prestigio que ha acompañado a Navajita Plateá o a Diego Carrasco, por poner algunos ejemplos) o el trompetista David Strike en los metales”.

Ahora queda poner el disco en la calle. “Me gustaría lanzarlo en vinilo, cd y en plataformas digitales, aunque todavía no hay nada cerrado”, dice. Toda una proeza porque “la industria musical ha muerto”, afirma. Las ofertas por el master de su nuevo trabajo no acaban de convencerle e incluso se plantea editarlo él: “yo ya no soy un niño que quiere ser famoso y tener éxito. Lo que pretendo es otra cosa. Quiero divertirme y estar bien, pero que no se rían de mí”. Oír estas palabras duele, sobre todo de alguien que no entiende la vida sin música, como es el caso de este personaje y, también, de quien firma este artículo.

Hasta que el disco de este ‘ave fénix de la baraja’ esté en la calle, toca esperar. Entre tanto, para este incombustible músico jerezano, Rey de Copas, TOCA LA VIDA.