"Se marcha un gestor" por Álvaro Ojeda

La llegada de Ángel a la hermandad, fue una de esas llegadas difíciles a un destino buscado. En este caso, llegada después de lustros y lustros de 'Zuritismo'. Una llegada a una hermandad que vivía a base de los impulsos de corazón y casta de Santiago, al que ya se le estaba escapando de las manos lo esencial de la cofradía: el orden y otras tantas cosas, simplemente porque los tiempos cambian, y al gran Zurita, el "imperio" ya se le escapaba de las manos. Siempre eternamente agradecidos a su figura, pero el discurrir de los tiempos y el desgaste pedía un cambio a gritos.

Retomamos. Bocarando tenía clara su hoja de ruta. Una hoja de ruta que comenzó movidita, ya que  se cargó la banda que creó su predecesor. Recordarán aquella frase que bautizó el primer audio de esta web y que nos dio Domingo Diaz "..somos para él, un grano en el culo". Fue un golpe de autoridad, demostrando que aquí el cambio venía frontalmente.

Ángel se rodeó de gente muy valida, y otras no tanto que terminaron haciendo difícil lo fácil. Aciertos y sombras, como todos lo hermanos mayores, pero ante todo, la ideas claras con respecto a una hermandad que había que enderezar a base de sentido común.

Ángel puso a la cofradía en valor. Del esperpento en la calle, pasamos a un orden que por fin se acercaba a lo que la corporación merecía, para entregar a Jerez cada Martes Santo. Fue el primer hermano mayor que dejó a la cofradía en casa en cuarenta años. Otros la habrían sacado.. aquella tarde de lluvia.

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Supo lidiar con los egos de los que todavía se creen dueños de la cofradía, anduvo listo con los capataces para que el misterio llenara calles y plazas, así como con el palio, con el que consiguió que no se arrastraran más las patas por el Arroyo.

Ordenó cuentas, y se embarcó en urgentes restauraciones. Tocó al Cristo, comenzó lo propio con el misterio iconográfico, y luego, con las andas con las que le marca el camino al nuevo hermano mayor. Más tarde se metió en el manto, el de Paletéiro para los detractores, el restaurado de Rodriguez Ojeda para los bienechores.

Remató el "Sagrario de Zurita" devolviendo a la Señora a su sitio natural, y para rematar, conmemoró un soberbio tricentenario que solo tuvo la espinita de aquella tarde de agua donde el Señor dictó su voluntad, dejando para dentro de un cuarto de siglo lo que no pudimos ver aquella tarde.

Ángel no entendia de bandas ni de marchas. Delegaba en la gente, confiaba en sus ejecutores, siempre hacia de poli bueno, hasta que tocaba enseñar la vara dorada de quien manda por San Mateo. Era un gestor, un puro y digno gestor que intentó manejar una hermandad con la dimensión del Desconsuelo como si fuera una empresa. Lo consiguió.

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Supo escuchar, y ¡vaya que si escuchó! Ya se puede contar y así lo haré: aquella Virgen al amanecer, aquel regalo para nuestros ojos, aquella misa al alba llena de ternos negros, de manos arrugadas y de rostros de toda la vida, fue una idea de un frío mes de enero, un mañana, en torno a un café, junto a la autoescula, frente a la Universidad. "Ángel, tengo una idea..." y aquel hombre la escuchó y bebió de su taza. Acto seguido y con su seriedad habitual, me dijo aquello de...."me gusta, lo voy a mover, pero no puedo decir que lo propones tú porque dirán que no".

Ángel me conocía desde pequeño, sabe y entiende como siento a la cofradía, como la quiero, como la vivo.. y el resto de gente no entendería que aquella idea viniera de un loco que pocos entienden y respetan. En mi, hay que rascar mucho para ver lo que poco bueno que escondo, y Ángel sabía hacerlo.

Ambos guardamos el secreto. La luchó y yo la esperé como el niño que espera un regalo el día de Reyes. El regalo llegó, y aquella idea se materializó. Qué gran frase Ángel aquella de "...a la cofradía es mejor ir de visita..." Gracias por dejarme visitarla, gracias por oírme, y por defenderme en multitud de ocasiones.

Pese a su buena labor en lo anterior, y en obras sociales, a Bocarando le faltó monetizar mas los recursos de la cofradía. Si se ha dejado superávit en las cuentas con todo lo realizado, sin explotar esos recursos, imagínense lo que podemos dar de nosotros mismos si lo hacemos. Ponte las pilas Paco.

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Retomo de nuevo sobre Ángel. Le faltó recuperar a la juventud y hacerle ver a los viejos que deben dar un paso al lado. En definitiva, le faltó la autoridad suficiente y sin complejos de pegarle dos patadas a las puertas y a las ventanas de la cofradía, para que entrara viento fresco.

Remato. Se marcha un gestor, un buen tipo, un nazareno de la Virgen, honrado y recto. Tal vez, el mejor en su puesto en trescientos años de historia. Y esto, no te lo dice uno de los palmeros de los que te rodeaste en este tiempo, ni alguien que busca una foto o un roneo con un cargo de vocal por los que muchos lamen los suelos de la casa de hermandad. Te lo dice alguien que vende muy cara su alabanza, alguien querido Ángel, que con esta forma de ser no tendrá nunca un sitio de posturero ni tan si quiera como chico de los recados en la junta de su cofradía.

Valora mi cariño, mis respetos y mi admiración sincera.

Gracias por estos ocho años. Gracias.

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ALVARO OJEDA SACALUGA
Nazareno de paso Cristo
Hermano 157 de 'Los Judíos de San Mateo' (y de ninguna otra más)