No era eso, no era eso

Ayer asistimos al penúltimo de los conciertos de esta bienalilla de los que se desarrollan en el Alcázar, mañana iremos a escuchar a Pansequito y Aurora Vargas, y después vendrá la clausura en el teatro de la Maestranza a cargo de Eva Yerbabuena con su espectáculo ¡ay!, posteriormente el balance de esta minibienal que ha tenido de todo, como en botica.

El concierto de ayer no respondió al concepto que el titulo y los artistas participantes hacían presagiar, lo que esperábamos y lo que fue no coincidieron, y francamente, nos dejó un poco desorientados. Una orquesta barroca y un cantaor clásico, acompañado con su guitarrista de cabecera, junto con el titulo de flamenco sacro, sugieren un dialogo entre estas dos formaciones para conseguir una obra de inspiración sagrada mezclando lo evocador y religioso que tienen el flamenco y la música barroca.

Pues nada de ello apareció por ningún sitio, fue una mero mano a mano sinsentido en el que el gran cantaor sevillano no se sentía cómodo, o eso parecía, pues empezó dubitativo y confuso, a medida que el concierto seguía su curso se templó y terminó por acostumbrarse al formato de ahora tu, ahora yo, hasta terminar en lo que es, un cantaor puro y profundo de escuela propia que tiene el duro. Nos empezó a calentar con una soleá con ecos de Alcalá y ya en situación y centrado nos dejo unas seguiriyas bastante buenas, finalmente templo su voz magníficamente sacando un paquetito de tonás, dejando el micrófono a su espalda, que nos reconcilió con el cante por derecho.

La orquesta barroca de Sevilla estuvo más que correcta interpretando pasajes bastante conocidos de su repertorio con sus arreglos característicos para el lucimiento de sus instrumentistas. No se produjo el logro para el que deberían estar dos formaciones al unísono en un escenario, que es para fusionar con sentido dos músicas que, aunque diferentes, pueden complementarse.

Solamente algunos pasajes del guitarrista Manolo Franco con parte de la orquesta en un par de piezas y el bis final en el que el cantaor sevillano y la orquesta se intentaron abrazar en algo que debería haber sido el raíl donde hubiera podido ir esta propuesta, pero ya era tarde, una pena porque no tenía mala pinta ese canto de cisne.

Septiembre es Flamenco. Reales Alcázares. Flamenco Sacro, de José el de la Tomasa y la Orquesta Barroca de Sevilla. Guitarra flamenca: Manolo Franco. Dirección artística: Andreas Prittwitz. Entrada: tres cuartos de entrada. Sevilla, 18 de septiembre de 2015.