Diez curiosidades históricas de la Feria de Jerez

¿Cómo era antes la Feria del Caballo? ¿Siempre se ha llamado así? ¿Se ha celebrado en algún recinto diferente al del Parque González Hontoria? ¿Y en otro mes que no haya sido mayo? ¿Sabes dónde está la calle de la Feria? ¿Qué papel jugó el rey Alfonso X en las fiestas jerezanas?

Si además de pasarlo a lo grande en la próxima Feria del Caballo (10 a 17 de mayo) quieres conocer algo más sobre la historia de la misma, aquí te dejamos diez curiosidades que marcaron la evolución de una de las ferias más importantes del mundo.

1- Del rey al Real.

El Real de la Feria es una forma de denominar al recinto que acoge la Feria del Caballo. Y de la realeza, concretamente del Rey Alfonso X, proceden los orígenes de esta festiva semana. Fue El Sabio el que concedió en 1264 dos ferias -la de abril y la de septiembre- a la ciudad. Por entonces eran los Reyes los que daban "el visto bueno" a la celebración de actos que recogían el testigo de las ferias medievales.

2- Todos los recintos feriales.

Aunque desde 1903 la feria se viene celebrando en los terrenos -conocidos entonces como Campo de Instrucción- que había próximos al Paseo de Capuchinos -el nombre de Parque González Hontoria y la composición como tal llegaría años más tarde-, los "recintos feriales" de Jerez han sido varios a lo largo de la historia.

En 1481, un documento decretaba que los actos festivos se celebrarían en la llamada calle de la Feria (iba desde calle Francos a la Puerta Real). Siglos más tarde, el conocido por entonces como arrabal de Santiago (desde el Convento de la Merced hasta el río Guadalete) acogería una feria que también se llegó a celebrar por los alrededores del Alcázar.

En 1868, el Mercado de Ganados se situó en el llamado Hato de la carne, para colocarse cuatro años más tarde en las Playas de San Telmo. En 1876, la Cañada de Caulina acogería la celebración de la feria. Sería el penúltimo lugar hasta su paso definitivo al González Hontoria.

3- De la lumbre al espectacular alumbrado.

Cuando el domingo 10 de mayo se inaugure de forma oficial el alumbrado de la Feria del Caballo 2015 será difícil imaginar que eran los propios vecinos los que alumbraban las calles del ferial con lumbres que colocaban en los portales de sus casas. Y los tenían que colocar todos los vecinos ya que aquel que no pusiera su lumbre era castigado con diez maravedis (moneda de la época). Era el siglo XV.

El primer alumbrado eléctrico no apareció hasta el año 1876 en la feria de la Cañada de Caulina. Previamente, los más privilegiados alumbraban sus casetas con carburo. De aquellas formas de iluminar se ha pasado a los puntos de luz citados anteriormente que tendrán una potencia total de 3.419.414 watios de luz distribuidos en 52 pórticos dobles, 206 arcos, 144 castilletes, 14 guirnaldas y 77 proyectores.

4- La Batalla de las Flores.

Al igual que el paseo de caballos forma parte del actual programa de festejos de la Feria, la Batalla de las Flores se encontraba décadas atrás entre los eventos más importantes de los días feriales. El Paseo de las Palmeras acogía este desfile de carruajes en el que los asistentes -sentados en las tribunas colocadas para tal efecto- lanzaban flores a los coches de caballos y automóviles. Tras la batalla se otorgaban los premios a los mejores carruajes.

También entre los festejos había carreras de caballos, tiro a pichones, juegos de polo, partidas de dianas, bailes en las casetas de Los Cansinos o un festival automovilista.

En cuanto a las flores, actualmente siguen estando presente en la feria, pero no se lanzan dentro de esa Batalla de las Flores que normalmente tenía un fin benéfico. Ahora, de años atrás a acá, las flores se venden. Desde el lejano Oriente incluso.

5- Del amanecer a la madrugá.

La forma de vivirla va con la edad, y también con los tiempos. En siglos pasados, a la feria se iba por la mañanita bien temprano, coincidiendo con el amanecer. El paseo consistía en ver el regateo de unos y otros por hacerse con la mejor pieza de ganado.

A las horas que empezaba entonces la feria es cuando finaliza ahora para muchos la función. Y aunque la venta de vacunos y equinos pasó a formar parte de la historia, por desgracia sigue habiendo en demasiadas ocasiones comportamientos próximos a los de aquellos animales que se vendían en la Feria de Ganados.

6- Cuando se bailaba por bulerías.

Hubo una vez, y los mayores del lugar lo recordarán por haberlo vivido o escuchado, que en la Feria de Jerez se bailaba por bulerías. La sevillana no se había puesto todavía de moda y era la bulería la que marcaba el compás de los jerezanos. En los tiempos actuales... hasta hip hop y ritmos latinos se pueden escuchar en algunas casetas. ¡Cómo hemos cambiado!

7- Aguardiente en la feria.

Si en materia de baile se han perdido casi por completo las tradiciones, en lo referente al vino de Jerez también podemos hablar de otra batalla complicada con la aparición de sucedáneos, mezclas variadas y bebidas espirituosas de todo tipo y procedencia.

Como curiosidad histórica, en la Feria de Jerez no siempre el vino fino ha sido el clásico. En esas ferias matinales de las que hablábamos más arriba eran las copas de aguardiante o coñac las que se consumían para comenzar el día festivo.

8- Casetas de tela y madera.

Con cuatro palos y dos trozos de tela -tal cual- se montaban antaño aquellas casetas históricas que han dado paso a las actuales, perfectamente diseñadas, climatizadas en muchos casos y con todas las comodidades para el feriante de a pie.

9-  Atracciones empujadas.

La zona conocida popularmente como la de los cacharritos se convierte actualmente en un auténtico parque de atracciones durante la semana que dura la Feria del Caballo. Atracciones que hacen las delicias de niños y mayores, de atrevidos y menos valientes. Atracciones espectaculares que reflejan el avance de los tiempos. Y más si las comparamos con aquellos primeros cacharritos que tenía que empujar a mano el propio feriante. Mariano y sus cunitas también se estarán preguntando cómo hemos cambiado.

10- Feria de mayo en abril.

Es curioso, pero inicialmente la feria de mayo se celebraba en abril. Y así se conocía en sus principios o como Feria de Ganados posteriormente. Otras denominaciones puntuales ha sido la de Feria de Caulina o Feria de la Primavera de Jerez, nombre por el que era conocida en 1966 cuando Miguel Primo de Rivera decidió potenciar la feria con la Semana del Caballo. En 1968 ya pasaría a conocerse mundialmente como la Feria del Caballo que ha llegado hasta nuestros días.