Y José Tomás se apareció ante nosotros....

Lo de José Tomás no es ya cuestión de ser leyenda viva o tener una legión de partidarios que podrían llenar varias plazas a la vez. No estamos ante una mitificación, fantasía o sugestión. Hay quien le pondría un cuerpo de dalmáticas, ciriales e incensarios en el paseíllo con palio de respeto incluido. Porque cada actuación ya es una experiencia mística que alimenta el espiritu.

Publicidad

Es tan real como que Manolete fue el instaurador del toreo moderno, o sea, el primero que ligó en un palmo de terreno. El de Galapagar, volvió a demostrar en Málaga, que sigue siendo el Rey, le pese a quien le pese. Arrasó en la ataquilla y respondió a la expectación cuajando dos faenas memorables.

Publicidad

Mano a mano que unía lo mejor del arte de torear a caballo y del toreo a píe. Le sobran los motivos a Tomás para torear cuando, donde y como le de la gana. Se le permite porque ya abrió la puerta grande de Madrid en varias ocasiones y tres veces consecutivas la Puerta del Príncipe. A partir de ahí.... el resto se habla en la plaza, parando el tiempo, toreando con el capote acariciando las embestidas, ligando en una loza y dejando pases del desdén tan desmayados como oníricos.

Publicidad

Tomás parecía estar en trance, lejos de la farándula, a espaldas del sistema, el de Galapagar se hizo presente, lo demás.....

Publicidad